"Som, som, som de Primera Divisió"

Más de 8.000 personas se dieron cita en el Ciutat de València para vivir una sufrida permanencia.

ValenciaActualizado a 12 de mayo de 2019 22:15 CEST

LEVANTE UD

Si la tensión se palpaba sobre el césped de Montilivi, no era menos en el Ciutat de València. A casi 400 kilómetros de distancia, la hinchada granota se reunió en su casa para empujar juntos hacia una permanencia que terminaron celebrando por todo lo alto. “Som, som, som de Primera Divisiò” era el grito unánime de los más de 8.000 levantinistas que se dieron cita en Orriols.

Los nervios eran el denominador común de todo aquel que andaba por el feudo azulgrana. Y la tarde no empezó bien con el tanto del Valladolid en Vallecas que apretaba todo aún más si cabe. Los transistores jugaban con las emociones de la parroquia. Se celebró el primer gol del Alavés aunque era lo que menos importaba. Eran otros escenarios donde había que poner el foco. El Celta se hundía en San Mamés y el Villarreal se adelantaba, pero la realidad es que todo dependía de Montilivi... y Vallecas.

Ya en la segunda mitad el paso de los minutos era un suplicio. El empate dejaba todo abierto para la última jornada. Y entonces, llegó el gol de Stuani. Mazazo. Pero quedaba tiempo. Y no mucho tardó en respirar de nuevo Orriols cuando Morales volvía a poner todo en su sitio. Y el Rayo empataba. Calma tensa. La profesión va por dentro. Porque el mal menor estaba conseguido, aunque los granotas no querían más sufrimiento.

El segundo gol del Valladolid no cambiaba nada y casi pasó desapercibido antes de la explosión final. Atronadora. En la pantalla del Ciutat apareció de repente Campaña combinando con Mayoral y sirviendo a Bardhi para que fusilara a Bono. El gol del macedonio era vital. Decisivo. La hinchada azulgrana reventó. Ahí ya se escapaba alguna lágrima. Pero tocaba esperar. Y se hizo largo. Pero el pitido final de Del Cerro desató la locura en una grada que fundía en abrazos y ondeaba banderas y bufandas al viento. “Vamos mi Levante. Vamos campeón”. Tocaba disfrutar con las imágenes que llegaban desde Girona y celebrar un año más entre los grandes.