Butarque despide el curso de un forastero tradicional
El Espanyol suma 14 puntos, penalizado por los empates: es el segundo con menos victorias y con más igualadas lejos de su estadio.
El Espanyol cerrará la temporada a domicilio el domingo en Butarque en plena lucha por esa soñada séptima plaza. Un camino lejos de Cornellà-El Prat que ha sido, nuevamente, un pequeño lastre para que el equipo de Rubi no haya llegado a estas alturas de campeonato más arriba. A falta de un partido, los blanquiazules han sumado 14 puntos y son el cuarto peor conjunto fuera de LaLiga. Aunque el casillero de goles (18 a favor y 28 en contra) no es dispar, teniendo en cuenta que conjuntos más fiables lejos de su estadio como Betis, Alavés o Villarreal cuentan con guarismos semejantes, el Espanyol ha visto como el exceso de empates ha mermado su progresión fuera de casa.
Con ocho empates (y solo dos victorias), los de Rubi son el segundo equipo que menos gana fuera y el segundo que más empata. De nuevo, la pérdida de las ventajas ha supuesto la negación a Europa de manera directa. De estos ocho empates, solamente contra el Villarreal se logró pasar de perder a empatar (2-0 a 2-2) y en Valencia no se movió el marcador (0-0), pero en el resto de partidos los blanquiazules perdieron las ventajas, como ante el Celta (1-1), Athletic (1-1), Rayo Vallecano (1-1), Betis (1-1), Levante (2-2) y Valladolid (1-1).
Metamorfosis. El Espanyol ha ido mejorando los resultados con el paso de las jornadas pero sin tener capacidad de cerrar los partidos. De esta manera, en la primera vuelta solamente se habían sumado seis puntos fuera, mientras que en esta segunda ya se acumulan ocho a falta de un encuentro. Unos números pobres con respecto a los de las dos últimas temporadas.
El curso pasado, sobre todo por el sprint final de David Gallego, el equipo perico sumó 19 puntos, por 27 del primer año de Quique Sánchez Flores, el mejor de la era Cornellà-El Prat. Las temporadas 2015-16 y 2009-10 se sumaron la pírrica cifra de 11 puntos, mientras que la horquilla ha oscilado entre los 14 y los 19, justamente por donde se moverá ahora el equipo.
Buena parte de esta mejora ha venido provocada por las variantes en el sistema y el estilo del conjunto de Rubi, más arropado lejos de casa con el protagonismo de Víctor Sánchez, titular ante Betis, Girona, Levante y Athletic, por ejemplo. La línea de cinco defensores también le ha dado mayor solidez, así como la llegada de Wu Lei para dar más alternativas al ataque y tener mayor velocidad. Este plan B perico se ha ido fraguando en la segunda vuelta, aunque los empates han sido otro lastre para que la temporada lejos del RCDE Stadium haya estado por encima de la media. En Butarque, la victoria supondría un paso de gigante hacía Europa.