Darder: "Obedecer al técnico no es igual que creer en él"
Sergi Darder es una de las mentes más lúcidas de la plantilla, capaz de sintetizar el fútbol en sus reflexiones. En la cabeza del mallorquín ya hay un entrenador.
¿Qué importancia tiene el estilo en un equipo?
Más que el estilo, lo importante es saber a lo que juegas. Si al Betis le pones de entrenador a Bordalás y al Getafe le colocas a Setién, ambos tendrán buenos jugadores, pero no será lo mismo. El estilo lo marca todo, y da igual el que utilices.
¿Usted cree que hay que perfeccionar un estilo o compaginar varios?
Dentro de un estilo hay variantes. No existe un modelo único. Nosotros tenemos el nuestro, pero si en la derecha juega Hernán o Melendo todo cambia o si juega Víctor Sánchez o juego yo en mediocampo. Uno no es mejor que otro, para las características son diferentes. Y eso hace que puedas tener variantes en un mismo estilo. Hay que ser camaleónico pero dentro de un modelo, así es como más dificultades le presentas al rival.
¿Cómo explica esa falta de equilibrio en ocasiones entre el ataque y la defensa?
Es más fácil defender que atacar. Si el entrenador te insiste en defender, lo sabrás hacer, pero si tienes que construir un ataque, aparecen los problemas. Cuando solo juegas al contraataque es difícil que te cojan desprevenido, pero si arriesgas con el balón pueden pillarte: tienes que jugar con los centrales abiertos, tu mediocentro debe ser de calidad, los laterales deben ser ofensivos… Dentro de los equipos con menos presupuesto de LaLiga, si juegas a defender tienes más opciones de ganar. Es más fácil, pero nosotros no tenemos esos jugadores.
Los equipos suelen tener una cultura de juego, como la tienen Barcelona, Athletic, Atlético… ¿La clásica del Espanyol es la defensa y el contragolpe?
Ha habido diferentes entrenadores en los últimos años. Pochettino quería jugar, pero al final debes adaptarte a los jugadores que tienes. Quizás en otras épocas fichabas jugadores más defensivos, pero ahora hemos cambiado. Los jugadores que se fichan tienen buen toque de balón y el entrenador es de otro estilo. Cuando fichas a Rubi ya sabes a lo que jugará. El ADN de antes quizás era más defensivo, pero ahora lo estamos intentando cambiar.
¿Y quizás cree que por eso hubo más críticas cuando el equipo no ganaba?
Creo que la gente critica cuando pierdes. Y cuanto más propones, hay más riesgo a fallar. Pero nos gusta este riesgo.
El Getafe lleva tres años con Bordalás y está a punto de entrar en Champions. ¿Mantener un estilo da éxito?
SI el curso que viene hacemos una temporada parecida a esta, estaremos en Europa, no tengo dudas. Incluso este año podemos lograrlo aunque nos haya faltado esa experiencia. Si hacemos un año igual y no aprendemos de los errores es cuando tendremos que reflexionar y cambiar algo. Este era un año de adaptación para muchos jugadores, quienes nunca habían jugado 30 partidos en Primera en una misma temporada. Nos pusimos en muchos partidos por delante y eso es algo muy difícil de hacer. Marcar un gol en el minuto 80 es más fácil porque los partidos están más alocados, pero marcar antes que tus rivales tiene mérito. Si hubiéramos tenido más experiencia, los habríamos matado.
¿Tiene la sensación de que todos los jugadores del Espanyol han mejorado?
Con este cuerpo técnico es difícil no mejorar. Te dan vídeos casi a diario, preparan los partidos a conciencia y trabajan mucho. Cada jugador hace sus tareas y te autoexigen. Y hay otro aspecto: es más fácil jugar a lo que sientes. Te notas suelto, liberado y sales a ganar. No digo que otros años no pasara, pero el equipo ahora está tan adaptado que solo sale a ganar. Hoy en día la mentalidad es clave. El mensaje tiene que calar. No es lo mismo estar dispuesto a hacer caso al entrenador, que al final es tu trabajo, que creer en lo que te pide. Ahora mismo ves mejor equipo que el del año pasado, pero al comienzo de temporada se decía que era peor. Sin Aarón, ni Gerard ni Jurado, y con Pedrosa y Borja, sin experiencia en Primera. Y fíjese ahora.
Habla del asunto mental y de creer, ¿le viene a la mente el Liverpool-Barcelona?
Eso mismo. El partido se explica desde el aspecto anímico y no futbolístico. El Liverpool juega mejor en el Camp Nou que en Anfield, pero el Barcelona después del 1-0 está pensando más en lo que tiene a perder que a ganar y se tensiona. Si hubiera quedado 2-0 en la ida no habría jugado así, tan agarrotado… Le marcaron y se olvidó de jugar. Eso nos pasó a nosotros en muchos partidos, por eso el asunto mental es tan importante.
Un ejemplo de lo que hablaba de la fuerza de creer en una idea es el Ajax.
El Ajax es el equipo con más mérito de Europa. Los otros que han llegado lejos en Champions tienen más presupuesto. Si el Ajax pierde cuatro partidos seguidos no habría ganado ni su Liga, porque son jóvenes y necesitan confianza. Son vulnerables. Cuando estaba en el Olympique de Lyon jugué contra el Ajax en semifinales de Europa League. En su estadio nos dieron un baño descomunal. Estaba en el banquillo alucinando, diciendo 'esto es un equipo'. Pero en la vuelta se amedrentaron, como el Barcelona en Liverpool, no dieron tres pases seguidos y perdieron. Parecía un equipo de Tercera Regional. Son equipos que juegan para atacar y cuando juegan para defender no están preparados. En Holanda atacan siempre y en Europa tienen confianza. Si el Ajax está 90 minutos encerrado en su campo, malo. Los equipos que no quieren tanto la pelota cuanta más experiencia tienen siempre es mejor.
¿Cuánto fútbol observa?
Miro el 90% de partidos que se emiten por televisión, es lo único que hago, es mi pasión… Veo todo, no puedo desconectar del fútbol.
¿Y cuáles le atraen?
Me gustan los que proponen. No sé si es el mejor entrenador, pero Guardiola me gusta por su estilo y por las variantes que introduce. Cambia los sistemas pero no pierde el estilo. Tiene jugadores para hacerlo, y así es más fácil. Lo más importante que ha hecho el club es creer en Rubi cuando peor estábamos. Criticar forma parte del fútbol y yo también lo hago cuando veo un partido. Pero siempre desde el respeto. Pero es de admirar haber confiado en él porque los propios jugadores manteníamos la confianza y creíamos, por eso en el fútbol ahora se da más duración a los proyectos.
Pedrosa, Roca, Melendo, usted, Jordán rifado a media Liga y Aarón en la agenda del Atlético. ¿El mejor fichaje es invertir en un canterano?
Es evidente, pero no solo hay que confiar en el canterano. Para gastarte cinco millones en un jugador y decir 'a ver cómo sale', lo mejor es sacar de la cantera. Y, además, se ha demostrado que funciona. No son palabras, son hechos. Y en esto quiero apuntar que el vestuario y los capitanes son excepcionales, los asientan en Primera, los acogen… A veces criticamos a jugadores que llevan diez o 15 años en el club y no sabemos la labor que hacen. El fútbol no es solo jugar el domingo y el vestuario es ideal para que se adapten los jóvenes, estamos hechos para ello, como el Athletic Club.
¿Y usted se ve de capitán?
Por qué no. Volví para que el Espanyol crezca. Si veo que no lo hace, pues el club será el primero que me dirá que me vaya. Esta es mi casa desde los 13 años y no estaré mejor en ningún otro lado. No puedo decir que acabaré aquí mi carrera, pero también engañaría si dijera que no la acabaré.
Usted está acompañado de Roca y Melendo en mediocampo. ¿Adónde pueden llegar?
Lo más importante, y desde la autocrítica, es que tienen mucho margen de mejora. Y eso para jugadores que ya están a un nivel alto en Primera es espectacular. No están verdes, están hechos y pueden mejorar. Melendo lleva seis asistencias y cero goles. A la que se crea que puede meter goles, gane potencia y se consolide más… Ojalá se quede toda la vida, pero cuando mejore tendrá muchas novias. ¡Imaginaros lo que puede llegar a ser! Y Roca para mí es un jugador que ya se veía su potencial el año pasado, pero el sistema de juego le ha cambiado la vida. Jugar solo en medio y rodeado de jugadores de toque y con la confianza del técnico… Lo que ha hecho esta temporada es de futbolista de 30 años. Tuvo ofertas y seguirá teniendo. Ojalá se quede. Lo hablamos con él, que si consigue ser un jugador más posicional, fijo, incluir las cualidades que tenían Carlos Sánchez o Javi Fuego, este año no habríamos perdido ni un 30% de los partidos. Ambos tienen un nivel bestial. Ellos y Hermoso nos han dado ese plus que necesitábamos para dar un paso adelante.
Usted, en ocasiones, hace un trabajo más opaco. ¿Considera justo que le digan que es algo irregular?
La gente tiene razón cuando dice que soy irregular. Me afectan las cosas, es verdad. Me como más la cabeza que otros. Por eso me fui de Lyon, no tenía esa confianza. Podía haberme quedado porque jugaba Champions, pero si no te ves bien allí… Con este sistema de dos delanteros en el Espanyol tengo que caer mucho a la banda, tengo que perseguir al lateral, al recuperar estoy a 80 metros de la portería… Y quizás se me está tratando como un jugador diferente a lo que soy. Diferentes son Melendo o Sergio García. Yo no. Esto ya lo he hablado con Rubi. Se está intentando que sea más mediapunta que medio, pero ese perfil de jugador es Melendo. Puedo hacerlo, pero yo suelo jugar más atrás. El mediapunta tiene cualidades innatas, como esos primeros cinco metros de arrancada, esos pases en apenas dos metros… A mí se me pide lo de Melendo aunque yo juego más abajo. Roca es un seis, Melendo es un diez y yo soy un ocho, y tengo que hacer las dos cosas… Eso muchas veces es así. Parece que el ocho no hace nada, lo mismo que Granero, pero él nos da una continuidad en el juego brutal. Granero hace buenos a los otros. No soy un diez aunque esté jugando en la banda. No estoy acostumbrado a tocar diez balones por partido. Melendo toca diez y ocho son buenos, pero yo no me perfilo tan bien, busco otras opciones… Es normal que sea intermitente. No me creo capaz de hacer cosas que hacen otros. Pero tengo que creerlo.
Le queda una larga carrera, pero explica el fútbol como los ángeles. ¿Se ve de entrenador?
Me veo relacionado con el fútbol. No sé si seré entrenador, ojeador, director deportivo… Aunque veo los marrones que se comen los entrenadores y las que criticas que reciben y me da qué pensar.