La mala suerte del tanzano Chilunda: cesión del Tenerife al Izarra y vuelta con pericarditis

"Kujumuwa kwa team yote", escribe en tanzano la cuenta oficial de Twitter del Izarra, un club de Segunda División B que juega en la localidad navarra de Estella (13.676 habitantes). "Ánimo estamos contigo" es el mensaje en español para Shaban Idd Chilunda, delantero de 20 años que debe volver a Tenerife, el primer club en el que recaló en España cedido del Azam, después de haberle diagnosticado una pericarditis aguda (una inflamación de una de las capas que rodea al corazón). Ahora deberá tratarse en Tenerife. Tiene que poner un paréntesis a su etapa como futbolista y se le cierra la posibilidad de disputar la Copa de África a las órdenes de Emmanuel Amunike, que se celebrará este verano en Egipto, del 21 de junio al 19 de julio, y en la que Tanzania participará por primera vez desde 1980 y se medirá frente a Argelia, Senegal y Kenia.

Shaban Idd Chilunda, que cumplirá 21 años el próximo 20 de junio, es un delantero tanzano que llamó la atención a la secretaría técnica del Tenerife después de verle golear en la Kagame Interclub Cup de 2018, el torneo internacional más prestigioso de clubes a nivel de África Oriental. Marcó ocho goles en cinco partidos con los que el Azam FC se proclamó campeón del torneo. En verano de 2018 llegó cedido por dos temporadas al Tenerife. No era el primer tanzano en la historia del club tinerfeño puesto que Faridi Mussa ya estaba en el filial. "Faridi me ha hablado muy bien del club y estoy deseando triunfar aquí", dijo nada más aterrizar en la isla.

La entidad tenía grandes esperanzas con este ariete. Primero a las órdenes de Joseba Etxeberria, pero duró tan sólo siete jornadas en el cargo. Y luego Oltra, actualmente en el cargo, tampoco le dio oportunidades. Apenas 28 minutos repartidos en tres partidos. El técnico explicaba las dificultades: "Tiene una barrera con el idioma que a veces le cuesta entender ciertas explicaciones o cosas que yo quiero de su demarcación". Alfonso Serrano, el secretario técnico que le trajo al club, ya no está en la entidad (en su lugar llegó Víctor Moreno), pero advertía de la difícil adaptación del jugador incluso a nivel físico: "Si la primera vez que entrenó se ahogaba con la altura. Él mismo reconoce que el ritmo de aquí es mucho más duro". Por eso en el mercado de invierno decidieron mandarlo cedido al Izarra, en el grupo II de Segunda División B. Pero apenas 103 minutos repartidos en siete encuentros, ninguno de ellos de titular. Ahora está de vuelta a Tenerife. Le queda un año más cesión en la isla y una futura opción de compra. Pero ahora su preocupación más importante es recuperarse bajo la supervisión de los servicios médicos del Tenerife. "Desde el primer instante, los tres clubes implicados han estado coordinados para tomar finalmente la decisión adoptada", señaló la entidad blanquiazul.