El Levante se agarra a Primera y deja al Rayo casi en Segunda
Goleada de los granotas que acarician la permanencia. Les falta un punto, el mismo que puede mandar a los de Jémez a Segunda está misma noche si suma el Celta.
Se queda sin aire el Rayo al que apenas le quedan ya fuerzas para expirar el último suspiro en Primera. Le podrían quedar escasas horas. Calculadora en mano, aún se mantienen las constantes vitales. Pero sin demasiada esperanza. Todo lo contrario que en Orriols donde el Levante celebraba una salvación que acaricia con las dos manos. Las matemáticas le impiden aún celebrarlo pero a los granotas les valdría ya solo con un punto más. O igual ni eso.
Poca opción tuvo el Rayo. Poca opción dio el Levante. Desde el principio, los granotas salieron a morder. Olían la sangre. Y rápidamente encontraron presa fácil. Morales olisqueó, Mayoral falló una imperdonable y al segundo intento apareció Campaña desde atrás para remachar un balón franco de Toño que Ba no acertó a despejar. Ni diez minutos habían pasado. Y ni en los mejores sueños se dibujaba un escenario mejor en para los de Orriols.
De inmediato, Paco (Jémez) movía ficha. Medrán a calentar. Nada de lo preparado durante la semana valía ya. Los del otro Paco (López) estaban como un niño con zapatos nuevos. Defendiendo cómodo y todo el campo del Rayo para correr. Ya llegará. La tuvo Morales. También RDT, bien Aitor. Y a la media hora el Comandante galopó hasta que Embarba lo cazó. Dentro del área. Pero él mismo buscó la gloria que, esta vez, fue para Alberto. Le adivinó la intención. Y Medrán al campo.
Parecía claro que más allá de lo futbolístico la batalla estaba en la cabeza. Manejar los nervios. Aguantar la presión. Que era mucha. Y ahí los azulgrana, con todo a favor, se hacían fuertes. Faltaba soltar el brazo y un golpe ganador. Lo dio Vezo subiendo a las alturas y tocando el cielo. 2-0. Medio gol, de Campaña.
El Rayo estaba a 45 minutos de Segunda División. Jémez sacaba lo poco que le quedaba. Javi Guerra a pista. El guion no variaba apenas. El balón era vallecano pero Aitor tampoco sufría. Mucha culpa era de su zaga, al 200%. Quasi infranqueable. Porque en el único despiste azulgrana Álvaro se coló en el área para recortar distancias. Los madrileños se agarraban a la vida con todas sus fuerzas y aún tuvieron su 'extraball' pero no era el día. Tampoco de Mayoral, que tenía el tercero pero se estampó con el larguero.
Para el final quedaba el intercambio de golpes. A la desesperada el Rayo. Y en cuatro minutos, giro radical. Lo que tardó Jason en sentenciar a los franjirrojos tras la expulsión de Embarba. Y Jémez con nueve y medio sobre el campo por la lesión de Gálvez que quedaba ya de delantero. Bardhi ponía la guinda, VAR mediante, cerrando una goleada que deja al Levante con pie y medio en Primera y a los de Vallecas esperando ya la extrema unción.