Juan José: “Marqué el penalti al Málaga, nos salvamos y no me renovaron”
Juan José marcó un recordado y decisivo penalti al Málaga en aquella dramática promoción de 1991 que mantuvo a los amarillos en Primera e inició el declive atroz malaguista.
¿Qué recuerda de aquel Cádiz- Málaga del 19 de junio de 1991?
Tuvimos un partido a cara de perro en Carranza. En La Rosaleda perdimos 1-0 y aquí igualamos. Hubo prórroga. Nos llevamos la tanda de penaltis y nos pudimos quedar en Primera División.
¿Cómo se vivió?
Con mucha incertidumbre. Había mucha gente de Málaga y el partido estaba bastante parejo. Entré, desde el banquillo en la prórroga (minuto 94’) y conseguimos llegar a la tanda de penaltis.
El famoso Cádiz de los milagros.
La verdad es que sí. Incluso sin jugar promociones llegábamos a los últimos partidos de Liga, ganábamos y nos quedábamos en Primera. Eso fue un hecho histórico porque creo que fueron nueve temporadas en Primera División.
Imposible no acordarse de Ramón Blanco.
Ramón Blanco era el entrenador en aquel entonces. Me dijo que tirara el penalti en la tanda y yo le dije que no, que no lo tiraba.
Prácticamente saltó al campo para tirar el penalti.
Salté al campo porque Emilio, que creo recordar era extremo izquierda de ellos, estaba atacando bastante por su banda y salí para marcarle un poco. Ahí fue cuando se pararon un poco los ataques del Málaga. No quería tirar el penalti porque no era yo de tirar penaltis, tiré algunos y no fallé ninguno, eso sí. A la hora de la verdad me vi con confianza y lo tiré. Es lo peor porque si fallas te puedes quedar tocado. Me tocó el decisivo, fui a tirar y si fallaba era una cosa rápida porque me metía para dentro y ya está.
Ver ese fondo norte lleno tenía que imponer.
Todo imponía. Imagínese. Yo metí el penalti y no me renovaron. Si no lo llego a meter me tengo que ir de Cádiz (risas).
¿Qué significó marcarlo?
Una alegría inmensa porque dejar al Cádiz en Primera División fue increíble. Luego no me renovaron los que me tenían que renovar, pero jugué muchos años seguidos en Primera y tuve el placer de marcar el gol de la salvación y retirarme.
¿Se pensaba que iba a renovar?
Yo pensaba que iba a continuar porque había jugado bastantes partidos, lo normal era renovar y me mandaron de vacaciones. Cuando vine me dijeron que no y ya era demasiado tarde para buscar equipo.
Parece que tiene la ‘espinita’ de no haber seguido.
Yo creo que podría haber seguido un par de años más. Jugué un buen número de partidos, iba a cumplir 35 años y me entregué al máximo en el campo. Podría haber firmado en otro equipo, quise esperar y ya después me retiré. Dejé incluso de ir al fútbol porque no me encontraba con ánimo, yo creo que no era mi hora. Una vez que está pasado ya…
Al volver a pisar el punto de penalti de la portería de fondo norte, aunque no sea el mismo exactamente, ¿se acuerda de aquel momento?
¡Claro que me acuerdo! Hay momentos que no se pueden olvidar. Son situaciones claves, es como preguntarme si me acuerdo del día de la boda. Hay cosas que no se olvidan. Está claro que no es la misma presión ponerse en el punto de penalti para tirar una foto que un penalti, desde luego.
Todo el mundo le conoce como ‘Sandokán’. ¿Quién le puso el apodo?
Juan Manuel Pedreño (un periodista gaditano con una dilatada y brillante trayectoria) fue quien me lo puso. Los demás periodistas empezaron a llamarme ‘Sandokán’ y se me quedó. También me decían ‘Ulises 31’, el de los dibujos animados.
Coincidió con ‘Mágico’. ¿Alguna anécdota que recuerde de estar con él?
Yo soy muy malo para las anécdotas, a no ser que me siente en una charla y me vaya acordando. Siempre me ha dado coraje la fama que tiene, porque desde que volví del Madrid, Mágico
siempre asistía a los entrenamientos, no se quedaba dormido y que dijeran eso pues me daba coraje. Puede ser que, al principio de llegar sí, con el cambio de horario, pero después llegaba a su hora, era el primero en correr, jugaba en la playa con los niños y luego a correr otra vez. Tenía un gran fondo físico. Impresionante.
¿Es más leyenda urbana entonces?
Puede ser que fuera verdad. Pero al principio. Cuando vino después del Mundial de 1982 (se jugó en España) que yo estaba entonces en el Real Madrid, es posible que llegara tarde a los entrenamientos. Cuando yo ya estaba en el Cádiz siempre asistía y nunca dejó de entrenar. Hay veces que me cae mal que se hable de él en ese aspecto porque, que yo sepa, no se quedaba dormido.
¿Pudo hablar con él cuando vino en verano?
No, porque estaba de viaje y no pude asistir. Lo seguí por la prensa, pero estaba de viaje visitando las peñas madridistas.
Además de jugar en el Cádiz también jugó en el Real Madrid. ¿Cómo recuerda aquella etapa?
Subir con el Cádiz a Primera en Elche fue bestial. Después fui al Real Madrid. Siempre he sido del Real Madrid y jugar allí era una ilusión grandísima. Estuve tres temporadas. Es un grandísimo club con bellas personas que no se ven, pero lo hacen todo más cómodo.
Santillana, Juanito, Camacho, Del Bosque, Butragueño, Valdano… fueron algunos de los hombres con los que compartió vestuario.
Y Agustín, García Remón, Miguel Ángel, Bonet, que es compañero mío ahora, San José… entonces solo había dos extranjeros, que eran Stielike y Metgod.
¿Cómo era el día a día con ellos?
Yo cuando llegué allí le hablaba a todo el mundo de usted. Por costumbre en Cádiz se habla de usted y allí cada vez que tenía que pedir algo lo pedía de usted. Ellos se reían porque era una cosa no habitual en escucharlo en ellos.
¿Algo que guarde con cariño de su paso por el Real Madrid?
Del Real Madrid lo guardo todo con cariño. Acerté al irme al Real Madrid. Tuve la suerte de estar con Luis de Carlos de presidente. Cuando llegó Ramón Mendoza tenía que decidir mi renovación, pero como no contaba mucho para el entrenador y jugué poco me volví al Cádiz.
¿Es leyenda urbana que pidieran firmas para que volviera al Cádiz?
La Peña ‘Enrique Mateos’ estuvo recogiendo firma para que volviera al Cádiz. Yo lo escuché porque estaba entrenando con Manolo Lapi antes de firmar, estuve haciendo con él una pequeña pretemporada que me sirvió para firmar de nuevo por el Cádiz.
Actualmente es embajador del Real Madrid, ¿Qué supone para usted?
Representar al Real Madrid en la Peñas es un orgullo porque además de conocer a la gente, ver el madridismo que hay por ahí, se ven cosas increíbles. Ves gente llorar por el Madrid, que se pagan como pueden los viajes… es otro mundo. Comparto charlas con ellos, les subo el ánimo cuando hay que subirlo o ellos mismos son los que se animan. Es un trabajo bastante bonito.
¿Se moja al decir qué jugador del Real Madrid es su favorito?
Creo que todos los futbolistas que van al Real Madrid son buenos. Hay algunos que han sido buenísimos en otros equipos, pero en el Real Madrid les puede la presión. La afición del Madrid es bastante dura y no perdona mucho, no perdona casi nada. Hay futbolistas que no aguantan esa presión y no realizan el juego que luego ves en otros equipos punteros de Primera División.
¿Sigue los partidos del Cádiz?
Es complicadísimo porque el trabajo que realizamos en el Madrid se realiza en el fin de semana. Si me coincide lo veo por la tele. Lo sigo de vez en cuando por el móvil, a ver cómo va o alguien me lo va diciendo.
Conoce la cantera del Cádiz y la última perla es Manu Vallejo. ¿Qué futuro le augura?
Ya está firmado por el Valencia, eso ya es importante. Es un chaval al que de vez en cuando le hablo por Facebook, le doy ánimos y que siga haciéndolo como lo está haciendo porque tiene empaque de ser un grandísimo futbolista.
¿Qué opina del trabajo de Álvaro Cervera?
Se va a convertir en el máximo entrenador en llevar al Cádiz, está por ahí. Está haciendo una labor buena porque desde que se salió en Segunda B está casi jugando playoff, pero con la fórmula que está llevando el equipo lleva un buen camino. Estamos salvados, que es algo importante porque descender a Segunda B es un desastre. Mientras estés ahí en Segunda peleando por subir es un placer contar con Cervera.
¿Entiende que sea tan cuestionado en Cádiz?
Si le damos un papelito con un boli a cada aficionado, nadie acierta la alineación. El que entrena es él. Sabe de las posibilidades de sus futbolistas y los saca según el partido. Nunca he visto a un entrenador sacar una alineación que vaya en su contra. Todo lo que haga es por el bien del club y porque piensa que es lo ideal para cada partido.
¿Ve al Cádiz con opciones de ascender?
Indudablemente. Se enfrenta ahora a los de arriba, que también pierden. El Málaga es más peligroso fuera que en casa. El Cádiz tiene enfrentamientos que si sigue en su línea normal debería meterse en playoff. Hasta el último pitido final pueden pasar muchas cosas.
¿Irá el lunes al Carranza?
No sé si voy a poder ir. Si puedo ir, iré, porque no he ido en toda la temporada. No quisiera que vaya y pierda y sea yo el gafe (bromea).
En cualquier caso, ¿firma el mismo resultado que en aquel partido del 91?
Lo firmo, como si se lo meten ellos mismos en el minuto 94 (risas).
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