El Villarreal, ante su peor pesadilla pero con matices
El Submarino tiene más fácil salvarse que en la temporada 2011-12, cuando bajó. Necesita sumar un punto menos que entonces.
El Villarreal tiene como su peor pesadilla el descenso de la temporada 11-12, en la que bajó de manera inesperada y tras una campaña trufada de errores, desgracias y carambolas. Desde aquella caída, no hay campaña que no se recuerde aquella situación. De hecho, lo de esta temporada parece ser un calco a lo sucedido ese año, pero realmente no es así porque la situación del equipo a falta de tres jornadas era mucho peor.
Aquel Villarreal necesitaba ganar cuatro de los nueve puntos que quedaban y jugaba en Gijón (rival directo), visitaba Mestalla y recibía al Atlético. Ese equipo ganó en Gijón, pero perdió los dos últimos.
Ahora necesita un punto menos para salvarse, tiene más rivales por detrás y le valdría incluso sumando mucho menos. Por ello, y si se analiza lo actual, los rivales eran tres y ahora son cinco, a lo que se suma tener ventaja con todos y el golaverage con dos. Así, al Villarreal le valdría ganar y cuenta con la bala del partido con el Eibar en casa. Si suma un empate como hizo hace ocho años, sus rivales deberían sumar más de tres puntos: cuatro el Celta, cinco el Levante o el Girona y seis el Valladolid. De sumar dos empates, sus rivales deberían sumar cinco puntos el Celta, seis Girona y Levante y siete puntos el Valladolid. Además, falta un partido de duelo directo: el Levante-Girona.
El equipo echó de menos a Iborra y perdió el control
El Villarreal ha recuperado su juego y la seguridad en el campo, a base de control y de la pelota. Un dominio que no supo tener con el Huesca, con el que llegó a perder en casi todos los registros del partido, incluida la posesión. En este partido contra el Huesca, Cazorla, con 55 pases, fue el amarillo que más balones tocó. La ausencia de Vicente Iborra se notó ya que venía siendo un referente para el equipo. El refuerzo invernal era el futbolista con más fuerza en el juego aéreo, a lo que sumaba ser uno de los que más balones tocaba en cada partido. Pero sobre todo, es el jugador en el que se apoyaban para tener una salida más limpia, una opción con más criterio y seguridad. El mismo Calleja reconocía que “Iborra es un gran jugador y con mucha experiencia, con lo que es lógico que nos aporte mucho”, sentenció.