El Lazio tumba al Milán y jugará la final de Copa
Un gol del exsevillista Correa sirvió para batir al conjunto de Gattuso, que vivió otra noche gris. Los biancocelesti se jugarán el trofeo ante el ganador del Atalanta-Fiorentina.
El Lazio conquistó el pase a la final de la Copa italiana por décima vez en su historia batiendo el Milán a domicilio 1-0: resultado merecido para el conjunto de Simone Inzaghi, que pudo haber sido mucho menos ajustado si no hubiera sido por las paradas de Pepe Reina. Cuatro españoles participaron al enfrentamiento: Gattuso salió de inicio con Reina, Suso y Castillejo, los romanos con Luis Alberto.
La primera parte empezó descafeinada, y los mayores acontecimientos fueron las lesiones, una por cada equipo: un esguince en el tobillo puso fuera de combate a Milinkovic-Savic tras un cuarto de hora, y Calabria tuvo que abandonar el campo en el 40’ por un problema en la rodilla.
El lateral había protagonizado la mejor ocasión rossonera con un zurdazo que Strakosha desvió fuera, mientras que los de Inzaghi se encendieron a un paso del descanso. Bastos, en el corazón del área tras un córner, estuvo a centímetros del 0-1 y Correa, poco después, completó una bonita pared con Luis Alberto y se topó con un paradón de Reina.
El exportero del Nápoles, titular en la Copa, tuvo todavía más trabajo en la segunda mitad, con una rosca de Leiva y otro remate de Correa. El exsevillista, después de un testarazo de Bastos que rozó el palo, firmó en el 58’ un gol que ya era merecido para los suyos: un córner milanista se convirtió en un letal contragolpe armado por Immobile, que el 'Tucu' finalizó batiendo a Reina.
Gattuso, que debido al 0-0 de la ida necesitaba dos goles, puso a Cutrone en busca de la hazaña: el punta marcó un tanto, anulado por fuera de juego, pero se vio poco, como Piatek. El Lazio, que falló la sentencia con varios contragolpes, al final pudo celebrar y se citará con el ganador del Atalanta-Fiorentina el próximo 15 de mayo en el estadio Olímpico de Roma. El Milán, en cambio, debe defender su cuarto puesto en la Serie A para salvar la enésima, complicadísima temporada.