LA ENTREVISTA | ANAMARIA PRODAN
"Cuando negocias con hombres y eres inteligente y guapa, el 60% del trabajo está hecho"
La rumana Anamaria Prodan, reconocida agente en su país y el este de Europa, abre las puertas de una de sus casas a As para hablar de su singular carrera.
Anamaria Prodan (Rumanía, 1972) nació para no ser una persona normal. Hija de un prestigioso abogado y Ionela Prodan, conocidísima cantante de pop en su país, creció rodeada de disciplina, riqueza y fama. "Vengo de una gran familia, con muchísima influencia en Rumanía. No supe qué era no tener dinero. Me educaron en un sistema militar, no tuve una niñez normal: horas diarias de piano, estudiando idiomas… Mi padre siempre me repetía que la segunda posición da igual; para mí ser segunda es nada y trato de inculcarle eso a mis hijos. He hecho millones por mí misma, sin la ayuda de nadie", explica en el despacho de una de sus casas.
Pudo seguir la estela de su madre, pero lo descartó por no vivir a la sombra de su gran nombre. También ser abogada, como soñó para ella su padre, pero su espíritu inquieto le hizo dar un paso más: "Meterme en el fútbol fue fácil porque jugué en un equipo desde pequeña. Además, era habitual que invitaran a mi madre a cantar en los shows previos a los partidos, por lo que desde niña he estado rodeada en los estadios de jugadores de élite, que eran amigos de la familia". Y se decidió en 2005, ya con una agencia. Actualmente es una de las socias, junto a Sascha Empacher y Marko Vjetrovic, de SPOCS, con presencia en toda Europa, especialmente en el este, y África. "En mi primera entrevista prometí que sería la mejor agente de Rumanía", recuerda. Hoy, presume, Adrian Mutu y Cosmin Contra son padrinos de sus hijos.
Sobre la importancia del género, analiza las barreras derribadas: "La gente se sorprende porque soy mujer. Y es divertido: cuando negocias con hombres y eres inteligente y guapa, el 60% del trabajo está hecho. Ha habido dificultades de todo tipo. Incluso ahora. Los hombres, especialmente en Europa, no pueden entender que una mujer haya hecho historia en un mundo de hombres como este. Pero no me importa, ni me preocupa porque he crecido rodeada de hombres, pienso como ellos, incluso actúo como ellos la mayoría de las veces, puedo pelear como ellos. ¡Es como si fuera un hombre (risas)! No tengo amigas mujeres porque no tenemos temas de conversación. Mi vida es sólo fútbol".
Por eso, preguntada sobre si otras mujeres ven en ella una referente, es categórica: "Por supuesto. Y muchas me escriben para que les ayude, algo que he hecho en muchas ocasiones. Pero ahora es muy difícil porque necesitas mucho dinero: si no tienes dinero, contactos, la posibilidad de pagar cenas, vuelos, hoteles… Hay que pagar por muchas cosas, como esos agentes con contrato con un niño de 14 años: le tienen que comprar todo, como si fuera su hijo". Prodan habla desde la experiencia, no en vano es agente de Janis Stoica (16 años), que en octubre de 2017 se convirtió, con 14 años, en el debutante y en goleador más joven de la historia del Steaua. En el gigante rumano también representa, entre otros, al joven Dennis Mann (20 años), nombre propio en el futuro del fútbol del país, o al zurdo Lucian Filip (28).
En esa máxima implicación fundamenta Anamaria su éxito: "Tienes que tener mucho cuidado porque un fallo puede arruinar sus carreras y sus vidas. En cualquier problema entre algún jugador y su club, he ganado el caso, en Rumanía y si no yendo a la FIFA. Trabajo 25 horas al día, desde 2006 mi móvil no ha estado nunca apagado. Mis jugadores pueden llamarme siempre, incluso a las tres o a las cuatro de la mañana. Les defiendo como a mis hijos. Mis mejores consejos son que trabajen más allá de los entrenamientos y que actúen como hombres: incluso si hacen algo mal, que lo afronten de frente; hay que saber comunicar".
Hecha a sí misma, Anamaria Prodan niega tener ejemplos entre sus colegas y argumenta que se centra en seguir haciendo bien su trabajo, sin trampas, ni irregularidades que supongan multas o incluso males mayores a sus representados, problemas muy de actualidad. Con 14 años de experiencia, aún le quedan retos por abordar: "Probablemente, un fichaje con el PSG, el Barça o el Madrid, pero soy realista y sé que no puedo mentir a un club con jugadores de aquí". Y termina la charla sacando pecho: "No conozco a otra mujer que haya hecho lo que yo. Me conocen allá donde voy en Rumanía, Bélgica o República Checa, donde tengo los récords de los fichajes más caros… He hecho historia, como prometí a mi familia: soy la número uno. Incluso si muriera mañana, la gente me recordaría".