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AJAX

La historia de Ziyech, una fuerte personalidad del líder del Ajax

Tuvo problemas con su anterior club, el Twente, que le retiró el brazalete de capitán y actualmente está enfrentado con la afición del Ajax.

Ziyech celebrando un gol
WOLFGANG RATTAYREUTERS

Hakim nació en Dronten, pero es de los muchos niños neerlandeses que a pesar de haber nacido en Europa tienen ascendencia marroquí. Con tan solo 11 años llamó la atención de los ojeadores del Heerenveen mientras jugaba en las categorías inferiores del club de su ciudad natal, el ASC Dronten. Pronto debutaría con el primer equipo, apenas con 19 años de la mano de un mito como Marco van Basten. En su primer partido como profesional, en una previa de Europa League ante el Rapid de Bucarest, ya dio una asistencia. Pero no fue hasta la temporada siguiente cuando empezó aparecer con regularidad en los onces iniciales del Heerenveen. En esa temporada, la 2013-14, pudo hacer 11 goles y 10 asistencias en 36 partidos. Con 20 años, participaba en un gol de su equipo una vez cada dos partidos. Como no podía ser de otra manera, llamó la atención de todos los clubes del país. Y aquí se le presentó el primer reto serio.

A un lado, la oferta del Feyenoord. Le ofrecían una ficha más alta, un puesto en la banda izquierda de De Kuip, jugar en uno de los tres grandes de los Países Bajos y llevar una camiseta que sabe lo que es ganar una Copa de Europa. Al otro lado, la oferta del Twente. Un equipo venido a menos desde que en 2010 ganase el título de liga y que esa temporada no había podido clasificarse para la Champions League, al contrario que los de Róterdam. El Twente había vendido recientemente a Dusan Tadic (el destino) y Quincy Promes, sus dos perlas, y necesitaba urgentemente un talento para el puesto de 10, le ofrecían su puesto. Eligió ser cabeza de ratón.

Esta fue la primera vez que demostró al mundo su fuerte personalidad, pero no sería la única. En la 2015-16 el Twente no empezó nada bien. Después de los cuatro primeros partidos de Eredivisie, el equipo solo había logrado un punto en el empate a uno en su visita al Groningen la primera jornada. La directiva decidió que lo que tenía que cambiar era el entrenador. Alfred Schreuder (parte del actual cuerpo técnico de Ten Hag, otra vez el destino) fue el que confío en Hakim desde el principio. Lo convenció para fichar por el Twente, le dio galones y lo convirtió en una estrella. Hasta tal punto de que esta campaña 2015-16 la empezó portando el brazalete de capitán. Ziyech quiso dejar el club después de esta destitución, pero no había tiempo y tuvo que quedarse. Siendo una pieza clave en el equipo y, hasta este momento, el mejor jugador de la temporada en los Países Bajos con 10 goles y 5 asistencias en 17 partidos, llegó el parón navideño.

“Schreuder es un entrenador increíble. Honesto, leal. Dijo que sería capaz de ponerme de 10 y así lo hizo. Sabe exactamente cómo tratar a los jugadores. Guardiola o Mourinho no lo habrían hecho mejor. Es absolutamente ridículo que le hayan despedido. Las cosas se han vuelto mucho peor desde entonces"

Hakim Ziyech

Estas polémicas declaraciones le hicieron perder el brazalete de capitán y ser tachado por gran parte de la hinchada tukker. A las puertas del mercado invernal, con un equipo sumido en una increíble crisis financiera y deportiva, todo hacía prever que dejaría el Twente para dar el salto a una gran liga. Y ofertas no le faltaron. Equipos como la Sampdoria, el Hannover o el Hoffenheim se interesaron en el jugador marroquí. Pero él rechazó todas. Ya en el verano de 2014 dejo claro que para él lo más importante no era el dinero, no era firmar por un equipo mejor en el que no fuese a ser titular en su posición preferida. Lo que a él le importa es hacer lo que le gusta, jugar al fútbol en su posición favorita. Y si para eso tiene que rechazar ofertas más atractivas económicamente, lo hará.

En 2015, Danny Blind quiso convocarle para jugar con Holanda. Pero debido a una lesión, Ziyech no pudo debutar con la selección absoluta de su país natal. En octubre, el seleccionador marroquí Zaki Badou le convocó para unos amistosos que les enfrentarían a Costa de Marfil y Guinea. Ziyech, cómo no, aceptó. “Yo solo quiero jugar. No hablo el idioma, pero sé de dónde vengo” así justificaba Hakim su elección.

Puro carácter, fue el jugador que más le afectó la reacción de la hinchada ajacied tras el 3-0 encajado en casa del PSV  en la jornada 31 de la temporada pasada que dejaba sentenciada la liga para el gran rival. A su vuelta a Ámsterdam, algunos aficionados esperaron la llegada del autobús y se encararon directamente con los jugadores. Ziyech fue uno de los que bajó a discutir con ellos. A partir de aquel día, borró todas las fotos relacionadas con el Ajax de sus redes sociales y, todavía hoy, sigue sin subir ninguna.

Sus días en el Ajax están contados, nadie espera que siga un año más en Holanda. Ya buscó un nuevo destino este verano, pero ni el club ni lo que le ofrecían (estuvo muy cerca del Roma) hicieron posible una salida. Overmars hizo más daño aún cuando le ofreció a Tadic el número 10 durante la negociación de su fichaje, dando por hecho que el marroquí no formaría parte de su plantilla. Pero aceptó volver al 22 de su primera temporada.

Deportivamente, ha quedado todo visto en esta edición de la Champions League. No es el que más marca ni por el que pagarán casi cien millones, pero es la referencia del equipo. El que define el estilo de juego, tan revolucionado como talentoso. Marca el ritmo de los de Ten Hag, siendo el primero en presionar y el primero en lanzar cada ataque. El club que le fiche este verano debe saber que junto a su zurda firma una personalidad tan fuerte como el gol que le anuló el VAR en Turín.