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BARCELONA-MANCHESTER UNITED

Los 100 segundos que cambiaron la vida de Solskjaer

El actual técnico del Manchester United vivió hace casi veinte años la noche que le encumbró al Olimpo de héroes del United.

Ole Gunnar Solskjaer, entrenador del Manchester United.
PHIL NOBLEREUTERS

El 26 de mayo de 1999 el Camp Nou fue el escenario de una de las mayores gestas de la historia de la Champions League y a partir de ese día ya nada fue igual para Ole Gunnar Solskjaer. El actual técnico del United entró en el Olimpo de los elegidos por aclamación popular de la hinchada del club (“The Legend”, le denominan) gracias al gol en el minuto 93 que le dio el título a un United que supuso el triplete y derrotar a un Bayern de Munich que pasaba por ser hasta ese momento el equipo que en caso de duda siempre ganaba los finales ajustados. El martes en el Camp Nou, Solskjaer buscará su Déja vu personal y revivir esos cien segundos que le convirtieron en leyenda.

Ese día el Camp Nou estaba lleno hasta la bandera y con miles de seguidores del United abarrotando los bares de Barcelona porque había venido más de 5.000 sin entrada. Y en principio no pareció en ningún momento que fuera a ser su día de suerte. Mario Basler adelantó al Bayern a los cinco minutos de partido en el lanzamiento de una falta y al United le costó reaccionar. El Bayern tenía todo lo necesario para resistir el asedio inglés: un portero mayúsculo como Oliver Kahn, dos centrales poderosos como Kuffour y Babbel, un experimentado director de juego como Matthäus y en ataque la efervescencia de un joven Effenberg y la potencia de Jancker.

El talento y la juventud estaban del lado del United, pero suerte tuvieron de Schmeichel para que el resultado no fuera más claro a favor de los alemanes. El portero danés del United salvó el 2-0 tras un remate a bocajarro de Effenberg y minutos después Scholl disparó al palo. En su tramo final, el partido parecía decantado para el Bayern, donde Hitzfield retiró del campo a Matthaus para dar entrada a Fink para resguardar el resultado. En cambio, el United decidió tirar la casa por la ventana y de perdidos, al río. Sheringham y Solksljaer ingresaron en el campo por Blonqvist y Cole, que se había pasado el partido a palos con Kuffour.

Y ya en el descuento, saque de esquina a favor de los ingleses, Schmeichel subre a rematar, Beckham la cuelga, Giggs remata en semifallo y Sheringham marca el tanto del empate que casi aseguraba la prórroga. Pero nada más sacar de centro el conjunto alemán, el United recupera el balón, que le llega a Solskjaer, quien forzó otro saque de esquina. Beckham volvió a ponerlo de lujo, remató Sheringham y Solksjaer lo desvió a la red ante la locura de los ingleses y la desesperación de los los alemanes. Hasta cinco jugadores del Bayern se quedaron tendidos en el área llorando mientras sus compañeros esperaban a que se levantaran para sacar de centro. Ni Collina, el árbitro de la final, pudo levantar a un desconsolado Kuffour. Él había cedido el saque de esquina y era el encargado de vigilar a Solksjaer, que vivió esa noche el gran milagro en el Camp Nou donde en 100 segundos de reloj le dio la vuelta a una final de Champions. Ahora, desde el banquillo, sueña con el segundo milagro.