Thior, un senegalés en Zubieta
Llegó hace 10 años a Orio desde Senegal con su padre y en 2013 ingresó en la Real Sociedad. Este domingo puede debutar en Primera.
La historia de Zourdine Thior (Dakar, Senegal, 09-07-1997) merece un final feliz. Y puede empezar a tenerlo este domingo contra el Eibar. El joven senegalés de la Real Sociedad ha sido convocado por primera vez con el primer equipo en partido oficial y se puede convertir en el noveno jugador formado en Zubieta que debute en Primera con la elástica txuri-urdin esta temporada. Pero pocos debutantes lo harán con una historia tan peculiar como la de este chaval nacido en Senegal y afincado en Orio, una pequeña localidad costera de Guipúzcoa, desde hace una década que ve el fútbol como la vía de salvación para su familia.
Thior llegó a Orio cuando tenía once años, hace una década. Su infancia la pasó en las calles de Dakar, la conocida localidad de Senegal, donde jugaba a fútbol mientras su padre sacaba adelante a su familia dedicado a uno de los grandes negocios del país, las exportaciones de pescado. El joven realista vivía en el barrio de Guinaw Rail, uno de los más vulnerables de la capital de Senegal, bastante lejos de las playas de postal que se ven en los folletos de las agencias de viajes. Su padre pudo salir de Senegal en busca de una vida mejor gracias al negocio pesquero, y llegó en 2009 a esa pequeña localidad costera guipuzcoana, que destaca precisamente por su conexión con el mar, por sus pescadores y sus remeros. En Orio encontraron su lugar, y Thior se instaló junto a su padre allí, hasta el punto de que hoy en día dice sentirse un oriotarra más.
Su pasión por el fútbol le llevó a empezar a jugar en el Orio y los ojeadores de la Real, en su arduo trabajo con los clubes convenidos de la provincia, lo reclutan para Zubieta en 2013 para el equipo de División de honor Juvenil, donde coincidió con jugadores que hoy están en el primer equipo realista como Oyarzabal, Aihen Muñoz y Zubeldia, con los que se convirtió en campeón de liga en la siguiente temporada. De hecho, el hoy capitán realista (por la ausencia de Illarramendi y Zurutuza) le llamaba cariñosamente "Beltza" (negro en euskera). Ambos tiene buena relación forjada en 'Olarain', la residencia en la que la Real instala al principio a los jugadores que llegan de fuera de San Sebastián.
Extremo rápido y con un regate fácil, que puede jugar por banda y también por dentro, fue subiendo categorías en Zubieta hasta llegar al tercer equipo, la Real C, con el que debutó muy joven en Tercera, y antes de dar el salto al filial en Segunda B, se fue cedido a la Peña Sport en una temporada no excesivamente positiva. Reclutado este pasado verano para el Sanse para darle la oportunidad en el segundo equipo donostiarra, Thior no ha desaprovechado la oportunidad que le ha dado Roberto Olabe, y ha empezado a despuntar con su velocidad y su mejoría de cara a la portería contraria, porque ha mejorado sus números goleadores, lo que le ha valido para que Imanol Alguacil, con el que dio un paso al frente en el filial, le haya llamado esta semana para entrenar con el primer equipo y le haya dado el premio de su primera convocatoria para un partido de Primera. Su sueño de 'cuidar' de su familia gracias a su fútbol está cada vez más cerca. Senegalés de nacimiento, oriotarra de adopción, y pronto seguro jugador de Primera. Apunten el nombre, Zourdine Mouhemmed Thior.