El Sevilla reina en un derbi bello
Los de Caparrós convirtieron el 1-1 de Lo Celso en una descarga de cinco minutos en la que Sarabia y el Mudo liquidaron el derbi. El Sevilla, en Champions. Noche triste para Jesé.
No nació aún derbi como el sevillano. Y será difícil que eso ocurra. Este nuevo capítulo volvió a tocar el cielo del fútbol. Lleno de emoción, todo corazón, sudor y pasión hasta el final y postales para el recuerdo como esa carrera de Navas con Joaquín. Con héroes en el debut como Munir. Con villanos en su primer día como Jesé. Con goles bellísimos, de altísimo nivel de fútbol: Munir, Lo Celso, Sarabia, Mudo, Tello. Y con Caparrós y el Sevilla como reyes del Sábado de Pasión, con un triunfo que son muchísimo más que tres puntos en cada rincón de la ciudad y que impulsan al Sevilla a la zona Champions. Maravilloso 3-2.
En una estampa pocas veces vista en un derbi, al Sevilla le tocó el escudo y el orgullo el gol de Giovani Lo Celso y convirtió una pésima noticia, el 1-1 del Betis, en una descarga brutal de cinco minutos que encendió a su gente, fundió a su rival y liquidó un derbi que se quedó en la caja fuerte de Nervión pese al 3-2 de Tello que le puso unas gotas más de emoción a un partido bello. En lugar de quedar en shock por el 1-1 del argentino en la primera subida de Junior con sentido en todo el partido, se encendió. Fueron diez minutos maravillosos y eléctricos de fútbol en las que aparecieron las estrellas. Lo Celso para empatar; Ben Yedder y Sarabia (50 goles entre ambos esta temporada) para fabricar el 2-1 y el Mudo Vázquez para dar el tiro de gracia a Pau y al Betis.
Las discotecas se llenaron de sevillistas anoche. Pero siempre que hay una cara, hay una cruz en el fútbol. La noche fue especialmente cruel para Jesé, que pudo ser el hombre del derbi y acabó absolutamente deprimido. Él pudo cambiar el guión y escribir otra crónica del derbi. Un error de Vaclik le dejó solo rumbo a la portería pero en vez de calmarse, levantar la cabeza y hacer un gol relativamente sencillo con Canales de socio, tiró a la basura la ocasión. El Sevilla, como tantas otras veces, no perdonó. Munir sí recordará como dulcísimo su estreno en los derbis. Le robó la cartera a Canales y atacó con hambre el centro de Sarabia.
El curso del derbi dio algún tumbo más. El 1-0 del Sevilla había llegado cuando el Betis manejaba el partido y el empate verdiblanco, en momentos de dominio sevillista. Cuando Caparrós iba a meter a Promes en el campo, Sarabia hizo el 2-1. Entonces lo sentó. Y cuando lo llamó para volver a salir, el Mudo hizo el tercero. Banega le dio una patada demencial a Joaquín (en el umbral de la roja) y entonces sí que corrió Caparrós a cambiar el argentino. Las cábalas de don Joaquín. Cómo le tuvo que arder la sangre anoche, más que nunca. Esta vez le tocó reír al Sevilla. Qué bello es el derbi.