Euforia contenida en el vestuario: ni cava ni gritos de ‘campeones campeones’
El triunfo ante el Atlético se celebró entre los jugadores por todo lo alto nada más acabar en el partido, pero sin la euforia que se desató en las gradas del Camp Nou.
Con el gol de Leo Messi, que suponía el 2-0 del Barcelona y rematar el partido al estar jugando además el Atlético en inferioridad numérica, se vivió una comunión de euforia y alegría en las gradas del Camp Nou, donde se empezó a cantar ‘Campeones, campeones’ de forma desatada. El seguidor quería agradecer de esta forma el esfuerzo del equipo por conquistar el título de Liga, que si bien matemáticamente aún no es del Barcelona se puede dar como finiquitado al tener una diferencia de 11 puntos con el segundo clasificado, más el gol average, a falta sólo de siete jornadas.
Pero puertas adentro del vestuario la euforia se vivió de forma más contenida. Sí hubo numerosas muestras de entusiasmo y efusividad entre los jugadores, conscientes que con este triunfo habían cerrado el campeonato, pero tampoco hasta el punto de celebrar abiertamente el título. Ni se descorchó cava ni tampoco se gritó ‘campeones, campeones’ como es habitual entre los blaugrana cuando celebran la consecución de un campeonato.
La mayor muestra de alegría del vestuario fue un improvisado corro entre los jugadores donde empezaron a cantar al unísono ‘oé, oé, oé’. Ese fue el momento más álgido de las celebraciones, que tuvo un componente importante de contención, ya que si bien allá dentro se da también la Liga por finiquitada, son conscientes que todavía les queda rematar el trabajo para dar el carpetazo definitivo, ya que necesitan tres victorias más.
Lo más importante del triunfo ante el Atlético es el ‘subidón’ de moral que supone para encarar unos cuartos de final de Champions que en los últimos años se les ha cruzado a los blaugrana. El enfrentamiento ante el Manchester United se ha convertido en una cuestión de estado en ‘Can Barça’. El miércoles llega el partido de ida en Old Trafford y nadie quiere perderse esta cita. De hecho, con la recuperación de Dembélé y la posible mejoría de Vermaelen en sus molestias en el sóleo, sólo habrá un jugador de baja en la plantilla: Rafinha Alcántara. El resto, 22 jugadores, estarán disponibles y preparados para Ernesto Valverde.