BARCELONA - ATLÉTICO DE MADRID
La última curva para saber si habrá más Liga
Si el Atlético no gana en el Camp Nou, el Barça tocará el título (20:45, Mov. Partidazo). Valverde no reservará hoy a nadie.
A falta de ocho jornadas el futuro de LaLiga en lo que respecta al campeón depende en gran parte de lo que pase esta noche en el Camp Nou (20:45 horas. Movistar + Partidazo) entre el Barcelona y el Atlético de Madrid. No es un punto de partido, pero se le acerca mucho. Si estuviésemos hablando de ciclismo se trataría de algo así como la última gran llegada en alto donde el aspirante tiene opciones de recortar tiempo y que si en cambio, el líder la supera ya todo le sonreirá hasta la meta final. En motociclismo se podría comparar a la última curva cerrada del circuito. Hay un perseguidor que debe arriesgar para rebasar al líder y afrontar con opciones lo poco que falta (sigue el partido en directo en As.com).
Y es que con el Barcelona liderando la tabla con ocho puntos de ventaja sobre el Atlético, todo lo que no sea una victoria de los de Simeone en el Camp Nou dejaría el campeonato al alcance de los dedos de los catalanes. En caso de asaltar el Camp Nou, el conjunto blaugrana seguiría teniendo ventaja, pero se abriría un nuevo escenario: cinco puntos de ventaja y siete jornadas por delante que el Barça debería alternar, de momento, con los cuartos de final de la Champions League.
A esa esperanza se aferra el Atlético de Madrid de Simeone, que fiel a su receta original convierte cualquier cornisa en un trampolín. El hecho de no haber ganado nunca en el estadio barcelonista, lejos de desanimarle, le hace ser optimista. Y estadísticamente no le falta razón. Cada derrota en Barcelona le acerca más al deseado triunfo. Y nunca como hoy ha necesitado más la victoria el Atlético. No les aseguraría nada, pero como afirmó el entrenador argentino "ganar es la última opción, nuestra única posibilidad".
La jornada intersemanal ha contribuido a animar el cotarro. El Atlético, sin hacer nada del otro jueves, logró al fin superar al Girona, con lo que uno de los gafes de los que habla Simeone, ya está conjurado. Por su parte, el Barcelona empató en Vila-real. Resultado malo a priori, pero que visto como se produjo viene a reforzar la moral blaugrana, que por el mismo precio se llevaron un aviso y reforzó la convicción de que son un equipo muy difícil de batir. Los ocho puntos que le lleva de ventaja el cuadro blaugrana a su rival de esta noche coinciden curiosamente con los ocho puntos que el Barça ha logrado rescatar en los últimos instantes ante el propio Atlético, Athletic, Rayo Vallecano, Sevilla y el mencionado Villarreal.
El miércoles al Barça le espera el Manchester United en Old Trafford para dirimir el primer acto de los cuartos de final de la Champions, pero eso no cuenta para Ernesto Valverde. El técnico blaugrana ha dejado bien claro que tiene prisa por cerrar LaLiga cuanto antes y eso pasa de forma obligada por ganar al Atlético de Madrid.
Así que no va a haber rotaciones en el equipo barcelonista más allá de las obligadas por sanción (Arturo Vidal) o lesión (Ousmane Dembélé).
La única duda estriba en el dibujo del equipo, que podría acomodarse en ocasiones a un 4-4-2 si se cae Arthur del once inicial. El centrocampista brasileño no está atravesando un buen momento de forma y ese hecho podría propiciar la entrada de Sergi Roberto como centrocampista, dejando la posición de lateral derecho a Semedo. Esta fórmula le funcionó al Barcelona en su visita al campo del Betis y en la vuelta del partido de octavos de final de la Champions ante el Olympique de Lyon.
El resto del equipo sería el habitual con las novedades respecto al accidentado partido contra el Villarreal de los regresos de Piqué para mandar en defensa, de Rakitic para equilibrar el juego en el centro del campo y de Messi para decidir en ataque, donde Coutinho y Suárez serían sus socios de línea ofensiva.
Si el ataque del Barça parece claro, el del Atlético, no tanto. El estado físico de Morata y Diego Costa harán dudar a Simeone hasta el último momento. Ninguno de los dos tiene el alta, pero ambos se entrenaron ayer. Uno de los dos será el acompañante de Griezmann en el ataque colchonero, que de esa línea para atrás no espera ofrecer sorpresas. Más allá del planteamiento que ofrecerá Simeone. Necesita el triunfo, pero está por ver si saldrá de entrada a por el partido o tratará de madurarlo. Su margen de error es mínimo. Está negociando la última curva.