Stuani se alista a un duelo entre el susto y la permanencia
Un triunfo evitaría a Girona o Espanyol el lío del descenso (13:00, beIN Sports). Tanto Eusebio como Rubi apuestan ahora por el 4-3-3.
Girona y Espanyol se citan en Montilivi en un derbi territorial (sigue el partido en directo en As.com). Ambos conjuntos quieren evitar meterse en el lío del descenso y todo pasa por sumar tres puntos muy cotizados. Además, está el trasfondo de ser el segundo mejor equipo catalán de Primera y poder optar a dar un bocado más grande al pastel. Los pericos, ahora mismo, van un punto por delante y claman revancha por el 1-3 de la primera vuelta.
El pasado debería dar qué hablar en el envite (los rojiblancos les endosaron dos goles en los primeros minutos), pero ambos equipos viven realidades muy distintas a estas alturas. En la primera vuelta, el Espanyol estaba luchando por entrar en Champions y el Girona jugaba con un 3-5-2. Ya no hay ni rastro de aquello y ahora Rubi, que regresa a la que fue su casa las temporadas 2011-12 y 2012-13, buscará ganarle la partida a un Eusebio Sacristán que siente predilección por el 4-3-3. Además, el técnico rojiblanco está de enhorabuena porque recupera a dos piezas clave, Juanpe y Stuani, y esperará hasta hoy para decidir si cuenta con Bono o no. Aun así, toda la artillería está lista para intentar superar a un Espanyol con más sombras que luces últimamente. Encadena cuatro encuentros sin vencer y esto ha provocado que las dudas se instalen en Cornellà. Jugar a domicilio puede aliviarle, pero los números que presenta, solo ha sumado nueve puntos (es el peor equipo de la categoría), le devuelven a la realidad. El técnico perico, que apenas tiene piezas para innovar, seguirá fiando la reacción a jugadores como Darder, Wu Lei y Borja Iglesias. Además, pese a que viajó con cuatro centrales, no repetirá el 5-4-1 de su anterior salida, en el Camp Nou.
El tren que va hacia la permanencia hace jornadas que ha salido, y Girona y Espanyol parecen empeñados en seguir en el andén pese a tener el billete comprado. No vale quedarse en territorio de nadie porque el premio que está en juego es victoria o susto.