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BARCELONA

El cirujano Messi: más historia en LaLiga

Repite los seis goles de falta directa de la temporada pasada, tres de ellos en jornadas consecutiva como el curso pasado. Supera a Cristiano en goles a balón parado.

El delantero argentino del Barcelona, Leo Messi, marcando un gol de falta ante el Villarreal.
El delantero argentino del Barcelona, Leo Messi, marcando un gol de falta ante el Villarreal.David GonzálezDiario AS

Como si hubiese decidido autoexaminar su precisión, Messi marcó en La Cerámica un gol se pareció como dos gotas de agua al que había marcado en Villarreal en la temporada 2016-17. Se diría que hasta lo perfeccionó un poco. El mismo ángulo, pero un poco más fuerte el disparo y un poco más ajustado aún, ya que tocó el palo, que finalmente lo escupió a la portería.

Clarividente en los tiros libres, Messi repitió su marca del año pasado, cuando marcó de falta directa en tres jornadas consecutivas (Girona, Las Palmas, Atlético). Ahora sus víctimas han sido Betis, Espanyol y Villarreal y ojo porque asoma Oblak...

En los últimos 25 años, según datos de Míster Chip, sólo Ronaldinho había sido capaz de marcar seis goles de falta directa en LaLiga. Pues bien, Messi ya lo ha hecho en las dos últimas temporadas. Suma siete y persigue pulverizar su récord de goles de falta en una temporada.

Pero hay más. Messi, según datos ofrecidos por Pedro Martín, ya se ha convertido en el jugador que más goles a balón parado (81) ha marcado en la historia de Primera División: 29 de falta directa y 52 de penalti. Ya ha dejado atrás a Cristiano Ronaldo, que marcó 80: 19 de falta directa y 61 de penalti.

Las estadísticas demuestran que Messi también es un buen suplente y es capaz de cambiar partidos en sus famosas medias horas. Ya ha marcado 23 goles como suplente en el Barça en la historia de LaLiga y es también, de largo, el mejor goleador azulgrana saliendo desde el banquillo. Julio Salinas le sigue de lejísimos, con 13.

Que Messi está más en capitán que nunca en el Barça se pudo ver este martes en La Cerámica. El argentino empezó el partido sonriente con su inseparable Piqué al mando pero, pese al 1-2 al descanso, Valverde no veía claro el partido. El argentino empezó a calentar en la banda y poco después de que Ekambi hiciese el 0-2 se acercó al banquillo sin que nadie le llamase. Él ya había pactado salir la última media hora. Desde el campo vio el descalzaperros del Barça en la parte de atrás; el 3-2 y el 4-2. Se agarró el brazalete, protestó a Hernández Hernández y forzó la falta del 4-3. El inicio del rescate de un punto fundamental para el Barça.