Telles, a cuidar la herencia de Antonio López y Filipe Luis
El canterano, luego capitán, aportó estabilidad a una demarcación que se convirtió en decisiva en el Atlético con el crecimiento de Filipe. Otros equipos han tenido un lateral de reparto.
El Atlético tiene que reforzar el lateral izquierdo de cara al próximo ejercicio. Hasta dos jugadores maneja el club fichar para esa posición. Uno, Álex Telles, está a un paso. El lateral brasileño intentará enfundarse la rojiblanca para llenar uno de los vacíos más importantes en los últimos años del Atlético. La del próximo verano no será una reconstrucción más en la era Simeone. Será una de las más relevantes de su ciclo, ya que jugadores como Godín y Filipe abandonarán, salvo sorpresa, la entidad y han marcado una era en el Atlético.
Y es que Filipe le ha dado al lateral izquierdo del Atlético una personalidad única en Europa. Tanto que, cuando se fue, su marcha se notó de inmediato y nadie dudó en que lo mejor era hacerle regresar. Pero es que antes pudo convivir con los últimos años de un Antonio López que dio un paso al frente para, primero convencer como meritorio canterano, tras su paso por Osasuna, y después convertirse en unos de los capitanes más importantes de la historia del Atlético.
Poco se recuerda, pero mucho cambió para bien en el Atlético aquella derrota en Anoeta por 1-0 el 2-10-2004. En el 60’ César Ferrando buscaba soluciones después de que Kovacevic hubiera adelantado a los donostiarras en el 40’. Entonces entró Antonio López por Musampa, para jugar de volante la última media hora. Convenció a Ferrando y el canterano pasó a jugar de lateral en la visita del Racing (1-0) al Calderón por delante de un Sergi en la recta final de su carrera.
El de Benidorm creció vivió de primera mano la capitanía de Fernando Torres e interiorizó lo aprendido. Llegó a ser internacional y le dio consistencia y personalidad a un puesto, el de lateral izquierdo del Atlético, que buscaba dueño en el siglo XXI. A su rendimiento homogéneo, añadió responsabilidad y compromiso hasta heredar el brazalete. Para presentarle competencia aterrizó en 2010 un Filipe que todavía llegaba con cicatrices de una grave lesión sufrida en el Depor, pero con la ilusión por las nubes.
Le costó al brasileño alcanzar la velocidad, pero Antonio López pudo dejar el Atlético tras tres títulos y con la satisfacción de volver a ver al Filipe dominante del Depor. Capaz de controlar e inclinar un partido desde el lateral izquierdo. Solvente en defensa, inteligente y con un manejo del balón cotizadísimo en el fútbol del más alto nivel. Y serenidad, dentro y fuera del campo. Sumando intangibles al vestuario de Simeone. Entre los cinco mejores del continente en cada campaña, hasta 2014 cuando decidió buscar una nueva experiencia en la Premier. Ni Siqueira ni Gámez pudieron alcanzar su brillo y su regreso fue celebradísimo.
Filipe y su futuro.
Las lesiones marcaron su temporada pasada y, al terminar, como hacen todos y como hizo ya en 2014, pensó en su futuro. No pudo obtener el pase para encadenar un trienio en el PSG y ahora apura, salvo giro inesperado, sus últimos sorbos rojiblancos. Su casa. Un domicilio que él ha dado lustre desde una posición que en muchos equipos se salva con un jugador de reparto, pero que en el Atlético ha tenido durante ocho temporadas la interpretación de un saxo tenor legendario.
Esa herencia recibirá Telles y el que venga. Un petate lleno de responsabilidad, carácter, aplomo y calidad. No será fácil pasearse por ese carril la próxima temporada sin que las comparaciones se hagan inmediatas. Tocará exigir y tener paciencia, porque ni Antonio López ni Filipe lo tuvieron fácil ni fueron tocados por el éxito el primer día.