El Numancia coge oxígeno a costa del Granada
Atienza y David Rodríguez marcaron para los sorianos. Puertas recortó distancias pero no fue suficiente. Tres puntos vitales para los de López Garai.
Tres puntos importantes para el Numancia. Tres puntos que se le escapan al Granada en su afán de mantenerse en la parte alta. Fue una primera parte mala. El rival era el Granada pero podría haber sido cualquier otro que ha pasado por Los Pajaritos. Idéntico patrón. Bien atrás, presionando a los centrales y portero rival, internadas por banda y buscando un robo rápido de balón.
El Numancia salió sin bandas. Mateu y Markel se atrevieron a subir alguna que otra vez, yendo hombres como Villalba o Gus Ledes al centro o Higinio y David Rodríguez cayendo a los laterales. El dibujo de los sorianos fue distinto al de otras jornadas pero con la misma idea. Se vio claramente en que, pese a que se ha superado la línea de presión del rival, los jugadores locales ejecutan las órdenes del banquillo. En lugar de avanzar con pasillo vuelven a ceder la pelota atrás. Fede Vico llevó peligro, por banda y en algún disparo, pese a tener siempre encima como una sombra a Escassi. En los primeros cuarenta y cinco minutos, ni el Granada dio sensación de ir segundo, ni el Numancia de demostrar que lo del Cerro del Espino fue un tropezón. Afortunadamente para el amante del fútbol, siempre queda la segunda parte.
En la segunda parte el Numancia se encontró con dos goles en cinco minutos. Esto es el fútbol. Villaba botó un balón desde la banda y en el segundo palo apareció Atienza para rematar a gol. Después mano en el área de Martínez y David Rodríguez transformó la pena máxima. Todo se ponía de cara para los sorianos. Diego Martínez movió ficha y realizó un doble cambio. El Granada fue entonces a por el partido. Fede Vico comenzó a echarse al equipo a la espalda. Previamente Quini se había revuelto en el área pero su disparo se encontró con Juan Carlos. Antonio Puertas logró recortar distancias al rematar un centro perfecto de Fede Vico. El jugador del Granada se coló por el centro a la zaga soriana y remató donde no podía llegar el portero. Caía la noche y aparecían los fantasmas en el municipal. Pero no hubo más tantos. El equipo visitante lo intentó pero sin acierto, el Numancia llegaba a tres cuartos de campo sin excesivo peligro.