Un coruñés verá a 'su' Badajoz en directo 26 años después
Gonzalo Deus es socio del Deportivo y aficionado pacense desde el año 1991/92. El domingo cumplirá un sueño: viajará a Badajoz para ver su duelo ante el Cartagena.
Fue en la temporada 1990/91 cuando el Deportivo de la Coruña consiguió el ascenso a Primera División. Uno de sus fieles seguidores era Gonzalo Deus, un niño de 11 años que, por aquel entonces, se hizo socio del equipo de su ciudad. Durante la siguiente temporada disfrutó del Depor en la máxima categoría nacional pero sentía un vacío: estaba acostumbrado a seguir a su club en Segunda y necesitaba llenar ese hueco.
En ese momento decidió echar un vistazo al ‘Don Balón’ y encontró a un recién ascendido a la Categoría de Plata del que le llamó la atención su camiseta blanquinegra y su delantero Rafa Pozo, pichichi de la plantilla. Se trataba del Club Deportivo Badajoz.
A partir de entonces, comenzó a seguir a su nuevo equipo por los medios. Los domingos por la mañana, Gonzalo se bajaba al bar con su padre y, con más ilusión que vergüenza, le pedía al dueño que pusiera Canal + para ver jugar al Badajoz. Nadie daba crédito. Ni siquiera su padre, que todavía se sigue haciendo la pregunta que le hizo entonces: “¿Por qué quieres ver a un equipo de Segunda teniendo al Depor en Primera?”.
Le sorprendía el sentimiento que surgió a raíz de unos colores y un jugador hasta entonces desconocidos para él. Esa pasión creció hasta el punto de llegar a mandar una carta al club pacense, explicando la gran admiración que sentía por esos colores. Ellos le respondieron con una camiseta de su ídolo Rafa Pozo firmada por toda la plantilla: un tesoro para cualquier niño, que pronto luciría orgulloso en el colegio. Algunos iban con Bebeto y Mauro Silva a la espalda, otros con la azulgrana de Stoichkov y Romario, pero Gonzalo tenía a otro ídolo.
Aquel crío dejaba su infancia atrás pero no olvidaba su pasión por el Badajoz. Ahora tiene 37 años, está casado y es padre de dos niños, y tuvo la oportunidad de conocer la ciudad extremeña y su 'segundo equipo' el pasado agosto. Volvían de un viaje de Madrid y tenía la necesidad de renovar físicamente su abono con el club extremeño. No pudo ver jugar al equipo pero entró en el Nuevo Vivero y conoció tanto a jugadores como directiva. “El equipo le regaló una camiseta a mi hijo y ahora mi padre le llama Pozito”, reconoce el gallego entre risas.
Este domingo Gonzalo cumplirá 38 y se ha guardado un regalo muy especial: viajar hasta Badajoz para ver el partido que disputará ante el Cartagena, correspondiente al Grupo IV de Segunda B. Un total de 1.400 kilómetros en menos de dos días. Inevitablemente me brota la sonrisa al escucharle estas palabras por teléfono, pues hace dos años fui yo quien hizo un viaje idéntico para ver como 'nuestro' equipo, en Calahorra, conseguía el ascenso a la Categoría de Bronce.
Ahora será este coruñés quien pueda disfrutar de su pasión. Socio del Deportivo desde hace 27 años y uno menos como aficionado del Badajoz. Un equipo en el que nunca se habría fijado si no hubiese sellado su ascenso a Segunda en la 91/92. Esto ocurrió tras vencer, precisamente, al Cartagena. Por azar o por suerte, Gonzalo cierra así esta historia para empezar a reescribir la siguiente. Una de tantas que esconde el fútbol modesto, que no entiende mucho de títulos pero sí de grandes aficionados.