FÚTBOL FEMENINO | EMILIO GARCÍA
"El fútbol femenino se veía como gasto. Ahora, como beneficio"
Emilio García, de FIFA, afirmó que el fútbol no solo tiene que basarse en un aspecto económico. "Cumple una labor social en las ciudades".
En la segunda ponencia de la jornada del Congreso de Liderazgo de las mujeres en el fútbol trató el tema legal. Representantes de grandes organismos dieron su opinión sobre los derechos y el crecimiento de la Mujer en las plataformas que rigen este deporte.
Emilio García trabaja actualmente en la FIFA pero antes pasó por la UEFA y la RFEF. Durante su trayectoria ha visto el cambio. "Antes el fútbol femenino era un gasto, así se veía. Ahora ya se presenta como un beneficio. No se contaba con el apartado femenino hace 12 años. Ahora los nuevos dirigentes, como Rubiales o Infantino, creen en esto. Estamos desde FIFA organizando con muchas ganas el Mundial de Francia”. Es el torneo más importante que tiene el fútbol este año. "El fútbol cumple una función social, no solo económico. Es todo para una ciudad, como por ejemplo Argentina. En España un club tiene que cumplir esa función social y no puede pensar solo si da beneficios, por eso deberían apostar por el femenino. España, como el Atlético, es un referente en el mundo".
Marisa Dominguez es representante de WISLaw, derecho deportivo en FIFA. Gracias al traspaso de Aimar al Valencia y su conflicto con River comenzó a trabajar en este sector del derecho en el fútbol. "Con el tiempo me di cuenta que necesitábamos hacer una red de contacto entre mujeres, para apoyarnos. Hace dos años y medio y tenemos más de 350 representantes por todo el mundo. Dicen que las mujeres nos peleamos mucho y no es verdad".
María José López, representante de la FIFA en tema legal, destacó que hay que educar desde pequeños. "Cuando se nace debe haber libertad. Si te gusta el balón y no te dejan jugar, eso frustra. Para mí significó mucho que mi padre me dejara".
Por último, Ester destacó que la igualdad es su lucha. "Mi madre se quedó sola criando a cinco hijos y yo quería jugar al baloncesto pero no había dinero. Me dejaron una canasta. Luego también tuve problemas para estudiar una carrera. Decidí estudiar derecho porque era mi ideal de justicia. En 30 años acudiendo a asambleas de la ACB no había representantes femeninas. Era mi lucha, aunque estaba sola".