Luca Zidane sostiene al Castilla y Cristo perdona a la Ponfe
Empate en Valdebebas para que el filial y los bercianos se mantengan fuera del playoff. El ariete blanco falló un penalti en el 72'. Yuri se retiró lesionado en el 37'.
Reparto de puntos. Uno para cada equipo. Y sin goles. Castilla y Ponferradina firmaron las tablas en Valdebebas. Algo que no le viene bien a ninguno. Aún así, con los resultados que se han dado esta jornada, el empate se antoja menos preocupante de lo que debería. Luca Zidane sostuvo a su equipo una jornada más y evitó que los del Bierzo se adelantaran en el primer tiempo. Hasta cuatro intervenciones con el sello Zidane. Su padre, en la grada, disfrutó del espectáculo. El Castilla, que se ha atragantado en dos partidos seguidos con rivales directos, se queda sin marcar ni un sólo gol. Extraño para ser el equipo más goleador del grupo. La Ponfe, que tiró de veteranía, generó muchos problemas al filial y resistió cualquier ataque blanco.
Luca Zidane se volvió a vestir de héroe en un primer tiempo dominado de principio a fin por la Ponferradina, que generó mucho más peligro que el Castilla cuando sobrepasaba el centro del campo. Zidane vio desde la grada del Di Stéfano cómo su hijo, Luca, volvió a sostener a su equipo desde la portería gracias a cuatro paradas milagrosas en los primeros 45 minutos. Y de todos los colores: mano arriba, con los pies, por abajo con reflejos al primer palo y con una estirada al segundo poste. La Ponfe, que sufrió el cambio por lesión de Yuri, el pichichi de la categoría (18 goles), se sobrepuso a esto y siguió acercándose con mucho ahínco a el área blanco. El Castilla llegó en dos ocasiones contadas. El primero se lo sirvieron en bandeja a Dani Gómez entre Cristo y Alberto. El ariete del filial, algo lento, se topó con los pies de Manu García, el portero blanquiazul. En el segundo intento hubo polémica. Manu derribó con su pierna, más levantada de lo normal, a Alberto, que ya había golpeado el balón. El árbitro, sí hubiera visto la clara entrada de Manu, podría haber señalado la pena máxima, ya que no existe la ley de la ventaja cuando se trata de un penalti.
En el segundo tiempo se igualó el partido por completo. Ningún equipo dominó más que el otro. La Ponferradina, con un gran Pichín, arrancó mejor. Pero el Castilla, gracias a los cambios, se entonó al sobrepasar el ecuador del segundo tiempo, pero sin llegada. El partido del Castilla se empañó y torció en el minuto 72. De Frutos fue derribado en el área y el colegiado señaló el punto de penalti. Se lo pidió el crack, el pichichi del equipo, Cristo González. Pero nadie sabe lo que hizo. Quizá, el peor penalti que ha tirado de su carrera. Flojo y al medio. Manu García, que ni se movió, vio cómo el balón le llegaba sin problemas a las manos. Ahí hubiera roto el Castilla un partido que tenía sabor a empate desde que sonó el pitido inicial. En el tramo final mejoró algo el filial blanco, pero no generó peligro. Luca Zidane, que se desgastó en el primer tiempo, se quedó sin tramo tras pasar por los vestuarios.
Castilla y Ponferradina se quedan como están. La clasificación es la misma para ellos. El filial madridista, quinto, con 51 puntos. Los bercianos, sextos, con 49 puntos. Ambos se quedan fuera del playoff de ascenso a Segunda. El Castilla empata con el Sanse, cuarto. La Ponfe, a dos puntos de los madrileños, que cierran los puestos de ascenso.