Obi Mikel vivió uno de los momentos más duros durante el pasado Mundial de Rusia. El padre del nigeriano fue secuestrado y se enteró de la noticia cuando estaba llegando al estadio para enfrentarse a Argentina. No dijo nada, pero su cabeza no estaba en el campo. Meses después narra con todo detalle cómo lo pasó en una entrevista de la BBC.