La salvación del Nàstic pasa por hacer un mes excelente
Es clave no seguir fallando para llegar con vida a los últimos siete duelos. Ahora se enfrentarán a Málaga, Zaragoza, Numancia, Almería y Sporting.
En el Nàstic de Tarragona hay un mensaje que está calando en el vestuario: toca ir partido a partido y no mirar la clasificación. El conjunto grana vislumbra los puestos de salvación a ocho puntos de distancia y pese a ello, el grupo se resiste a dejarse ir. Prometen luchar hasta el final por seguir una temporada más en Segunda. Pero también hay algo que no tratan de esconder y es que en el próximo mes de competición se lo juegan todo. Se avecinan cinco encuentros trepidantes y en los que deben sumar los máximos puntos posibles para poder llegar a las siete últimas jornadas de Liga con opciones reales de sellar la salvación. Ese es el objetivo que ha marcado Enrique Martín.
La situación es muy delicada, pero los jugadores confían en sus posibilidades. En las últimas jornadas han encontrado más buenas sensaciones que puntos y esperan cambiar la dinámica. En el próximo mes afrontan cinco encuentros y lo positivo es que tres los disputarán en el Nou Estadi ante Málaga, Numancia y Sporting y visitarán a Zaragoza y Almería. En la primera vuelta, ante los mismos rivales, tan solo lograron sumar un punto (empataron con el Almería, 2-2), y ahora calcar esos números les condenarían. Lo ideal sería sumar, como mínimo, diez puntos de 15 posibles para poder recortar la distancia con los equipos que están fuera del descenso e intentar depender de sí mismos en un final de Liga que ya firman que sea tan agónico como el del curso pasado en el que sellaron la permanencia en la última jornada.
Objetivo. Llegar con vida a los últimos duelos de Liga es con lo que sueñan en Tarragona porque aún les queda por jugar ante equipos de la zona baja de la tabla como Córdoba, Extremadura, Elche y Lugo. Y estos tres últimos conjuntos han de venir al Nou Estadi. "Lograr la permanencia es una misión difícil, pero no imposible", transmiten desde el vestuario grana en un intento de levantar los ánimos de una afición que el domingo, ante el Málaga, deberá seguir empujando al equipo hacia una reacción que debe llegar ya. En un mes, el Nàstic espera depender de sí mismo.