Ibai: "Si seguimos ganando, no necesitamos fichar a nadie"
Baño de masas del extremo con 150 aficionados elegidos a través de un sorteo por las redes sociales. Confiesa que estuvo cerca de irse a la Premier y bromea con que Bielsa no dormía.
Ibai es un jugador ajeno a las rutinas de otros de su especie en Primera. Le gusta interactuar con los aficionados a través de las redes sociales y es firme defensor de la paleodieta, basada en la ingesta de alientos sin procesar, es decir, en estado natural. A través del eco que da Instagram, invitó a 150 aficionados rojiblancos a una jornada de acercamiento a su ídolo en el Hotel Gran Bilbao. La cifra no es aleatoria: celebraba los 150 partidos cumplidos el pasado 2 de febrero en el derbi ante la Real Sociedad. Estuvo presente Vivian, central del filial de la misma agencia que el extremo de Santutxu. Primero posó con el animoso grupo en un photocall, luego se encerró en un auditorio para que le bombardeasen a preguntas, protagonizó paciente una rueda de prensa y finalmente invitó a los hinchas a una cena saludable. También sorteó prendas deportivas entre los asistentes. Todo ello durante casi tres horas. Y trufado con decenas y decenas de fotos. Ignacio de Diego, uno de sus representantes, estuvo a su lado dinamizando el acto. Y muy cerca Adolfo Marcos, otro de sus ángeles de la guarda.
“Creo que aún me quedan años de fútbol, pero me gustaría retirarme en el Santutxu y pasar media o una temporada en el Sestao River”, deseó en alusión al club de su barrio y otro que influyó en su carrera. Con su labia habitual, se ganó a la concurrencia. “El verano pasado hubo el interés de varios equipos y en el mercado invernal, de otros clubes, pero tomé la decisión de quedarme en Vitoria, hasta que llegó la llamada del Athletic. Cuando te viene eso del equipo de tu vida, te cambia todo. He tenido ofertas económicas más importantes pero decidí venir aquí”. No niega que pasó en Vitoria “dos años y medio increíbles” pero es consecuente con su decisión de volver a casa: “Hay gente que opina que no puedes ser de dos equipos, pues yo puedo decir que sí; si he tomado esta determinación es porque estoy donde quiero estar”. A su exequipo lo sigue viendo el año próximo en Europa “aunque cuando lo dije al principio me tomaron por loco”
Sus ídolos siempre han sido Julen Guerrero y Zidane, y coincidió en el Glorioso con Enzo, hijo del actual técnico del Madrid. Igualmente, echa en falta cierta caldera en San Mamés: “El Athletic siempre ha sido ejemplo de afición. Había habido un bache, pero está volviendo a rugir”. Eso sí, se queda con el antiguo estadio, “posiblemente sea el mejor en el que he jugado”. No pisó el charco cuando le preguntaron por el posible interés por Javi Martínez, Herrera y Llorente y sonreía: “Si seguimos ganando no necesitamos fichar a nadie”.
Lleva un tatuaje dedicado a su abuela que se besa antes y después de los partidos porque le da fuerza y deja libertad a su hija pero “si le gusta el fútbol, estaría encantado de que juegue en el Athletic”. Y los defensas más hueso que se ha encontrado son “Pique y Semedo, porque cuesta desbordarles, y Carvajal, pues si le superas te llega otra vez”. Un amigo íntimo es Marcos Llorente, pero se lleva bien con mucha más gente, como Morata “un tío supernormal”.
A Ibai le encanta la liga inglesa. “Estuve cerca e irme a la Premier”, confesó. De los entrenadores que ha tenido, destaca a Valverde “posiblemente, el mejor, con un siete o un ocho en todo” y de Bielsa elogia “los conceptos ofensivos”. “Yo creo que Marcelo no dormía, es imposible que le dé tiempo a hacer tantas cosas en 20 horas, y tenía miedo a los aviones”, destapo en plan íntimo. De su carrera se queda con el asistencia que dio a Llorente en el tercer gol de la semifinal de la Europa League ante el Sporting de Portugal. Puso al personal a sus pies. Vinieron seguidores hasta de A Coruña, con 500 kilómetros a sus espaldas, y Madrid.