Así es Nabil Fekir, el Messi de Jaques Monod
Criado en un suburbio de Villerbaunne, su historia, como tantas otras, es de superación. El Lyon lo descartó porque tenía el síndrome de Osgood-Schlatter.
Como tantas otras, la de Nabil Fekir (18-07-1993) es una historia de superación. ‘Nabilon’, conocido así en su familia de origen argelino, es el mayor de cuatro hermanos (uno de ellos, Yassin, también juega ya en la primera plantilla del Lyon). Se crió en Jaques Monod, un suburbio de Villerbaunne, localidad al noreste de Lyon. Hincha del Olympique desde bien pequeño, Fekir empezó a jugar en el pasillo de su casa, donde rompió "jarrones y candelabros". La cosa fue a más en una visita a su familia en Argelia, cuando le dio un pelotazo a un recipiente con aceite hirviendo. El episodio le costó una cicatriz en el lado izquierdo de su cara…
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A Nabil se le daba bien el fútbol. Pronto su padre le llevó a practicar al Parc de la Tete d’Or en Lyon. De ahí, a tener sus primeras fichas federativas en el Valulx-en-Velin y luego al Caliure. Admirador de la pierna izquierda de Ben Arfa desde muy pequeño pese a llevarse apenas seis años, Fekir cumplió su sueño a los 12 años cuando aterrizó en el Lyon. Pero el sueño pareció irse pronto al traste. Víctima del síndrome de Osgood-Schlatter, una enfermedad que afecta a la rodilla en la época de crecimiento (dolor, hinchazón), el Olympique le descartó con apenas 14 años.
"No cambiaría nada de mi trayectoria", ha dicho en alguna ocasión Fekir, que tuvo que volver sobre sus pasos y probar fortuna en el Saint Priest en 2010. Su fútbol empezó a llamar la atención de ojeadores: Niza, Nimes y Troyes intentaron su fichaje pero lo peor para el Lyon fue cuando tuvo conocimiento de que el Saint Etienne, archirrival del Lyon, le había ofrecido un contrato profesional. El Olympique comprendió que podía haber cometido un error y eso mismo pensaba Fekir. "Quería que se dieran cuenta de que se habían equivocado conmigo". Cuenta la leyenda que, para convencerlo de que no se fuese al Saint Etienne, el Lyon le pagó el carnet de conducir...
Fekir, del que se destaca su carácter tímido fuera del campo y también su tranquilidad (tuvo su primer móvil a los 17 años y nunca levanta la voz fuera del campo), ya fue jugador joven del año en Francia en 2015, con apenas 22 años. Jean Michel Aulas, presidente del Lyon, llegó a compararlo con Messi. Nadie sabe si fue por esa razón, pero el delantero mostró su camiseta a la afición del Saint Etienne al estilo del argentino en el Bernabéu con motivo de un gol que cerraba una goleada en el derbi del Ródano. El festejo provocó una invasión de campo en el Geoffroy-Guichard, que por algo le llaman la "caldera verde" al estadio del Saint Etienne. Óscar García Junyent le reprochó su gesto. También su entrenador, Bruno Genesio, censuró la acción. Pero a Aulas no le debió parecer del todo mal. Poco después, la tienda del Lyon recibía a sus visitantes con un maniquí mostrando la camiseta del jugador. Su afición, además, mostró un espectacular mosaico con la imagen para darle respaldo.
Fekir también derribó todos los obstáculos posibles para jugar con su país. Primero, eligió Francia pese a que el sueño de su padre era que vistiese la camiseta de los Verdes de Argelia. Luego, se rompió el cruzado en un Portugal-Francia que significaba su quinto partido como internacional. Se recuperó y, después de quedar fuera de la Eurocopa 2016, no paró hasta entrar en los planes de Deschamps. Es campeón del mundo. Le queda el salto a un grande. Fekir iba a salir rumbo a Liverpool el verano pasado, pero Aulas tenía otros planes para él. Por ejemplo, partidos como el de este miércoles en el Camp Nou en los que 'Nabilon' de Jaques Monod sueñan con poner en pie a su querida Lyon.