OCTAVOS (IDA) | ZENIT 1-VILLARREAL 3
El Villarreal se libera en Europa
Tumbó a un Zenit decepcionante pese a las lesiones, sin titulares y con el descenso apretando en LaLiga gracias a los goles de Iborra, Gerard y Morlanes.
Prometido. Es el mismo equipo. El Villarreal que se arrastra en LaLiga, vuela extramuros. Es antepenúltimo en España pero ya está con un pie en cuartos de la Europa League. Con un partido perfecto, en una exhibición de orden y pegada, tumbó al Zenit a domicilio en una resurrección colectiva. Que los goleadores fueran Iborra (refuerzo invernal sin peso), Gerard (hijo pródigo deprimido) y Morlanes (verdugo en el empate) resume como nada que a este equipo no hay contratiempo que lo tumbe y que se levanta cuando uno menos se lo espera. Ya pasó en dieciseisavos de final en Lisboa y ahora ha repetido una imagen soñada en San Petersburgo. No descarten verlo en Baku, sede de la final, mientras se juega la vida antes contra algún modesto en España.
El Villarreal pareció todo lo que no ha demostrado esta temporada: un equipo sólido, sin miedo y con las ideas bastante claras. Pese a tener a varios pilares en la enfermería y a rotar por las apreturas de LaLiga, salió a jugarle de tú a tú al Zenit, líder de la liga rusa. Le quitó el balón, le empujó hacia su portería y le penalizó en cada uno de los espacios que le ofreció. La jugada del primer gol llegó tras un centro de Chukwueze desde la derecha que cabeceó Álvaro y machacó Iborra. La confirmación de que el exsevillista puede ser muchas cosas, pero sobre todo un llegador. Hacía tiempo que no se veía al Submarino sonreír.
El 0-1 fue clave. Llegó al poco tiempo de que Azmoyun fallara un mano a mano por la destreza de Andrés Fernández y justo antes de que el propio delantero materializase un regalo de Morlanes. El canterano, más suelto que de costumbre, afeó el gran partido de su confirmación con una pérdida en medio campo que azuzó la contra del Zenit. La jugada pasó por las botas de Dzuyba y pudo ser finalizada por Mak antes de que se la encontrara en boca de gol el extremo mientras protestaba al juez de gol. Fue una carambola que Iborra coronó pidiendo al árbitro la revisión del VAR en una competición en la que todavía no ha llegado.
El Villarreal lo pasa tan bien en Europa que, lejos de racanear por el resultado, se lanzó a por la sentencia. Su solidez atrás le dio alas y las carreras de Chukwueze, suplente impopular, mantuvo viva su esperanza. El Villarreal presionó arriba empoderado, mientras que el Zenit estaba encogido como un equipo menor. Presionó descoordinado, le quemó el balón pese al apoyo de su hinchada y pareció físicamente de pretemporada tras el parón invernal que le ha mantenido tdos meses sin competir. Calleja lo vio claro, así que mandó a los carrileros vivir arriba sin retroceder. El resultado fue más llegadas y más premios.
Gerard avisó en el 50’ tras otra buena acción de Chukwueze, pero en el 64’ ya no perdonó. El delantero, secó en Liga, peinó con delicadeza una buena rosca de Fornals desde la izquierda. Rakitskiy aún está comprobando por qué agujero se coló. El 1-2 dio fuerzas al Submarino, aunque también espoleó a un Zenit agobiado. Al menos a balón parado metió miedo, su especialidad. Fue sólo un amago. Morlanes, después de otro zarpazo de Chukwueze, se encontró con un balón en la frontal al que le pegó con toda el alma para hacer el tercero. El abrazo del equipo confirma que hay excursiones que merecen la pena pese a salir un martes, pasear a -10º por una ciudad que en invierno es inhóspita y regresar el viernes de madrugada. Europa no es España. Sirve de terapia. Normal que el Villarreal sea uno de los clubes que más apoya a Tebas para que haya partidos de LaLiga en el extranjero.
