Clausurados dos sectores de una grada del Heliodoro
El Comité de Competición obliga al Tenerife a hacerlo ante el Numancia y no deja al club tinerfeño a reubicar a sus abonados, que serán compensados.
Un día iba a llegar la sanción, y llegó. El Comité de Competición de la RFEF ha comunicado que ha acordado “el cierre parcial” de los dos sectores centrales de la grada de San Sebastián Baja, como consecuencia del lanzamiento de un objeto a la asistente en el partido ante a la Huesca, el 21 de abril del año pasado.
Según informó el club en un comunicado oficial, dicha resolución, que obliga además a ser ejecutada en el partido de este domingo ante el Numancia, indica literalmente que el CD Tenerife “deberá cerrar el acceso al público en dichas zonas, que quedarán debidamente acotadas, no pudiéndose reubicar a los espectadores que, en su caso, pudieran haber venido ocupando las mismas, con carácter habitual”. El incumplimiento de cualquiera de estos aspectos podría suponer graves consecuencias disciplinarias, ente otras, la pérdida de los tres puntos en el partido.
Por tal motivo, el Consejo de Administración acordó poner a disposición de los abonados de dichos sectores centrales (Q y R) de la grada de San Sebastián Baja un mecanismo de compensación directa, por el que se le abonará a cada uno de ellos la cantidad de 22 euros (lo que equivale a una entrada a precio de adulto en la grada de San Sebastián).
El Tenerife quiere poner en conocimiento de sus abonados y masa social en general, que tanto los servicios jurídicos como el propio Consejo de Administración han empleado todos los recursos legales a su alcance para tratar de minimizar los efectos de la acción objeto de la sanción en el Heliodoro Rodríguez López.
No obstante, tras un largo procedimiento federativo y judicial de casi un año de duración, el hecho de que “no fuera identificado el autor del lanzamiento y que éste impactara en la asistente” –independientemente de la naturaleza del objeto- “han motivado la sanción de clausura parcial de la grada” y la determinación de los sectores a clausurar por parte del Comité de Competición.