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CELTA DE VIGO

Los seis jugadores célticos que Escribá necesita reactivar

Cardoso no supo exprimirlos y están faltos de confianza o de minutos. Son futbolistas con potencial para empujar hacia la salvación.

Fran Escribá ya se encuentra a los mandos de la entidad olívica
Lalo R. VillarDIARIO AS

Lobotka. El motor de la medular con Unzué y con Mohamed ha sido un jugador irreconocible con Cardoso. El portugués lo dejó fuera del once inicial en varias ocasiones y cuando le entregó la batuta del equipo el internacional eslovaco tampoco se reivindicó. La lesión que sufrió en noviembre parece que le ha pasado factura en el aspecto físico, por lo que el esquema 5-4-1, con demasiado terreno libre por delante, tampoco le ha beneficiado. El equipo echa de menos su capacidad para mover el balón con criterio, romper líneas en conducción y recuperar balones.

Maxi Gómez. Los números hablan por sí solos. La pasada campaña metió 18 dianas, esta temporada hasta la lesión de Iago Aspas firmó 8 y desde que no está el moañés solo ha anotado una, y de penalti. El uruguayo está peleado con el gol por primera vez desde que llegó a Vigo. El pasado domingo quedó demostrado y en Ipurua no acertó a marcar en una jugada con todo a favor. El sistema de cinco defensas ha agravado su sequía. Viene actuando como 'delantero isla'. La permanencia del Celta pasa en buena medida porque el charrúa vuelva a ser letal.

Sisto. Encadena tres jornadas sin minutos y en las dos últimas ni siquiera ha ido convocado. Pese a que durante la ausencia de Aspas ha sido el único céltico que ha anotado un gol sin ser a balón parado, el danés estaba sentenciado con Cardoso. Su falta de compromiso defensivo desquiciaba el luso. Si se enchufa, le sobra calidad para ser determinante con goles y asistencias.

Boufal. El principal damnificado por la estrategia ultradefensiva que el Celta ha utilizado en los dos últimos partidos. Estaba siendo el atacante céltico más desequilibrante, pero la escasa ayuda que le presta a David Juncà en la banda izquierda terminó por enviarlo al banquillo en el final de la era Cardoso. Se antoja casi misión imposible que Fran Escribá consiga cambiar esa actitud. Sin embargo, mientras Aspas no esté operativo, el conjunto vigués no tiene a otro jugador con las condiciones del franco-marroquí para sacar petróleo individualmente.

Cabral. Arrinconado por el técnico luso, su veteranía puede resultar muy aprovechable en este tramo final del calendario. Ya fue pieza clave en la milagrosa permanencia del 4%, marcando un gol en Pucela. Ese instinto lo exhibió en la que ha sido su última aparición hasta el momento, asistiendo a Okay Yokuslu en el tanto de la victoria contra el Sevilla.

Olaza. Llegó en enero y aún no ha debutado. Viendo el nivel que está ofreciendo Juncà, cuesta entender que el uruguayo no haya tenido ninguna oportunidad. Tras haber jugado la final de la Copa Libertadores se da por descontado que está acostumbrado a la presión.