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CHAMPIONS LEAGUE

El VAR, decisivo: condicionó el pase del United y del Oporto

Sin el videoarbitraje, el PSG se hubiera clasificado para cuartos de la Champions. En la otra eliminatoria, el Roma hubiera ido a penaltis ante los de Conceiçao.

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El VAR, decisivo: condicionó el pase del United y del Oporto

El VAR está siendo uno de los grandes protagonistas en los octavos de la Champions League. En lo que está siendo su debut en la máxima competición europea, ya ha actuado en seis ocasiones de los doce partidos que se han disputado. Y sus intervenciones han sido claves para decidir dos de los cuatros clubes que ya están clasificados para la siguiente ronda. 

El videoarbitraje, que ya intervino en la ida de octavos en cuatro ocasiones, ha vuelto a actuar para condicionar el pase del Manchester United ante el PSG y el del Oporto ante el Roma. Primero fue en el Parque de los Príncipes, cuando transcurría el minuto 90 un disparo de Dalot impactó en el brazo de Kimpembe, que no lo tenía pegado en el brazo y ocupaba espacio. Skomina, a recomendación de Massimiliano Irrati, árbitro de VAR, acudió al monitor para decidir si debía señalar penalti (como recoge el protocolo del VAR en estas acciones). Tras ver la jugada decidió señalar la pena máxima. Rashford no falló y puso el 1-3 definitivo, el que igualaba la eliminatoria con un 3-3 y daba el pase a los 'Diablos Rojos' para la siguiente ronda. Sin la tecnología, el resultado global hubiera sido de 3-2, permitiendo que el cuadro parisino continuase en la máxima competición europea.

La otra decisión trascendental del videoarbitraje fue en el Oporto-Roma. El partido que llegaba con el 2-1 de la ida disputado en el Olímpico de Roma. Los de Sergio Conceiçao forzaron la prórroga tras ponerse 2-1 con los goles de Tiquinho y Marega. Fue el VAR el que decantó la eliminatoria a favor del Oporto. El colegiado turco Cüneyt Çakir acudió al monitor, a recomendación de Marcianiak, para revisar un agarrón De Florenzi a Fernando. El penalti fue transformado por Telles y tras unos minutos de agonía, los portugueses lograban plantarse en cuartos. El VAR volvió a ser decisivo, ya que sin su intervención ambos equipos hubieran acudido a los penaltis para saber quién se clasificaba.