Andrea Orlandi: “Puede que me hayan salvado la vida"
El exjugador de Alavés, FC Barcelona, Swansea o Brighton atiende a diario As tras verse obligado a dejar el fútbol por una anomalía cardiaca.
Andrea Orlandi había recuperado la ilusión. Tras descender a la Serie C con el Novara y jugar desde el pasado verano en una siempre complicada India, el catalán formado en la cantera del Alavés fichó por el Virtus Entella, con el que pretendía lograr el ascenso a la Serie B. Todo iba sobre ruedas hasta que en la revisión médica le fue detectada una anomalía cardiaca que le ha obligado a colgar las botas. “Tengo 34 años y llevaba un tiempo planteándome la retirada, pero cuanto más cerca ves el final más ganas tienes de seguir. Al final he tenido que para por la fuerza, de lo contrario hay riesgo de que me pase algo. Puede que me hayan salvado la vida”, revela en As antes de regresar a España.
Cuando le comunicaron que tenía un problema y que este era en el corazón Orlandi se asustó mucho. En 2010, cuando jugaba en el Swansea, perdió a un compañero por un ataque al cardiaco mientras dormía. “Nos afectó muchísimo. Se llamaba Besian Idrizaj y murió con 22 años. Entonces yo me hice muchas pruebas en Barcelona y no me detectaron nada. Quiero pensar que lo que tengo ha surgido ahora ya sea por la edad o por el estrés. Hace nada estaba jugando en India a 36 grados y con una humedad altísima. Eso te pone el corazón al límite”.
En el último diagnóstico, a Orlandi le han comunicado que podría estar jugando con el corazón dañado desde 2010. Algo “complicado de creer”, ya que “todos los equipos en los que he jugado desde entonces me han sometido a sus pertinentes revisiones”. “Si es así llevo años jugándome la vida. He estado en buenos clubes y que nadie me avisara antes me parece muy difícil”, valora Andrea, que para conocer el resultado exacto deberá hacerse una biopsia. “En el mejor de los casos sería una miocarditis. Tengo dos cicatrices en el corazón que pueden haber sido provocadas por un virus o una cardiopatía congénita. Esto último sería más complicado y se debería estudiar más detalladamente. Las cicatrices me provocaban latidos irregulares que en los últimos años habían empeorado”, descubre.
A pesar del mal trago de los últimos días, Andrea Orlandi ha sabido apreciar el lado positivo de la situación. El catalán se siente “abrumado” por la cantidad de gente que le está mandando ánimos. “Clubes en los que he estado se han interesado por mi situación y han querido ayudarme, gente con la que no hablaba desde hacía tiempo ha pedido mi contacto para mandarme su apoyo… Por ese lado estoy feliz. Algo he dejado en todos los sitios que he estado y eso es muy importante”.
Una carrera exitosa
Andrea Orlandi se formó en las categorías inferiores del Alavés. Cuando tenía 20 años estuvo cerca de irse traspasado al Salamanca, pero Dimitri Piterman se negó a venderlo y fue entonces cuando llegó la oferta del FC Barcelona. “Me fui cedido dos temporadas y estuvo muy bien. En el primer año pude debutar en liga con el primer equipo y el segundo descendimos a Tercera. Fue una pena porque había jugadores muy buenos como Giovanni Dos Santos, Bojan o Jeffren”.
Orlandi regresó al Alavés, y aunque su intención era continuar en el primer equipo volvió a salir, en esta ocasión traspasado y con destino Inglaterra. “Me fui al Swansea de Roberto Martínez, que ya se había interesado por mí un año antes. Viajé con miedo porque era Tercera División inglesa y no sabía muy bien donde iba, pero acabó siendo una experiencia espectacular. Conseguimos dos ascensos, de League One llegamos a la Premier y tuve entrenadores como Roberto, Paulo Sousa, Brendan Rodgers o Michael Laudrup”.
Tras debutar en la Premier League, Orlandi firmó por un Brighton con el que volvió a luchar por llegar a la élite del fútbol inglés. “En el ámbito personal creo que fue mi mejor año. Llegamos a ‘playoff’ pero nos eliminó el Palace con un doblete de Wilfried Zaha. Estaba con David López, Iñigo Calderón, Vicente Rodríguez, Bruno Ulloa… Teníamos un equipazo preparado para competir en la Premier League. Fue una pena porque si llegamos a ascender seguiría allí, era un sitio ideal”.
Tras otro año en el que, bajo la batuta de Òscar García, el Brighton volvió a pelear sin suerte por el ascenso a la Premier, Andrea Orlandi firmó por el Blackpool, donde pasó “un año horrible”. “Lo recuerdo con mucho cariño porque la gente se portó de manera espectacular, pero lo pasé muy mal. No llevo bien lo de perder y allí sufrí humillaciones deportivas constantemente”.
Más tarde pasó por Chipre, donde defendió las camisetas de Anorthosis y APOEL, e Italia, el lugar en el que siempre quiso jugar. “Mis padres son italianos y había tenido esa ilusión desde que era joven. Firmé por el Novara, de Serie B, acabamos descendiendo la temporada pasada. Fue una pena porque creo que teníamos equipo incluso para ascender”.
Tras varios meses en el Chennaiyin indio, donde vivió “una de las experiencias más difíciles” de su carrera, Andrea Orlandi regresó a Italia para quitarse el mal sabor de boca con el que acabó la pasada campaña. El futuro, sin embargo, tenía otros planes reservados para él y ni siquiera llegó a debutar con un equipo que va lanzado hacia el ascenso a Serie B. “Era todo perfecto pero lo importante es la salud”.
Tras verse obligado a colgar las botas, Andrea Orlandi ya solo piensa en disfrutar de su familia y encontrar una nueva vía para seguir ligado al fútbol. “No podré dar patadas a un balón, pero puedo hacer otras cosas. Al final estoy contento con mi trayectoria. He aprendido idiomas, he conocido a mil millones de personas increíbles y todo eso es algo que me servirá de ahora en adelante”. El fútbol ha perdido un futbolista, pero ha ganado un profesional. “Soy un romántico, de los que disfrutan con el olor a hierba. Ya sea entrenando, como director deportivo o en los medios, mi intención siempre ha sido seguir ligado al fútbol”, sentencia.