El Santos, que dirige el argentino Jorge Sampaoli, cayó eliminado en la primera fase de la Copa Sudamericana al empatar 1-1 este martes en casa ante un River Plate uruguayo, que sin complejos y mucho orden acabó con las aspiraciones del equipo brasileño de un plumazo.
Sin el sancionado Rodrygo, el Santos sufrió la primera gran derrota de Sampaoli desde que llegó al banquillo del Santos en diciembre, en la que es su primera experiencia como técnico en el fútbol brasileño. En la ida, los dos equipos empataron 0-0, pero el valor doble de los goles a domicilio clasificó a River. Mauro Da Silva adelantó a los visitantes en el minuto 54 y el venezolano Soteldo dio esperanzas en el 86, pero ya fue demasiado tarde.
De nada le sirvió controlar la posesión durante los 90 minutos de juego, que se disputó a puerta cerrada en el estadio Pacaembú debido a la sanción que le fue impuesta el conjunto paulista por los incidentes del año pasado, cuando cayó eliminado de la Libertadores. El River Plate aprovechó mejor sus armas, se atrincheró atrás y espero su momento para marcar al contragolpe por medio del extremo Mauro Da Luz , el mejor de los uruguayos.
El atacante Rodrygo, atado por el Real Madrid, fue la gran ausencia, pues cumplía sanción por los mismos incidentes por los que el encuentro se disputó sin público. En medio del silencio, Santos se adueñó del balón y no lo soltó durante todo el partido, aunque sin la movilidad deseada por Sampaoli, que no paró de gesticular desde la banda y se dio varios paseos por ella, fuera incluso del área técnica. Literalmente se desesperó. El paraguayo Derlis González avisó en el primer minuto de juego con un disparo que detuvo Gastón en dos tiempos.
Un inicio esperanzador que resultó ser un espejismo. El conjunto brasileño, en ocasiones con hasta nueve hombres en campo contrario, no encontró el camino entre la maraña de centrocampistas y defensas plantados por Jorge Giordano. Sampaoli, sabiendo que el River Plate iba a atrincherarse, decidió reconvertir a Copete y le posicionó como lateral para ganar velocidad por la izquierda. El experimento no funcionó y de hecho, el equipo uruguayo aprovechó la inexperiencia del colombiano en defensa, para lanzar por su lado contragolpes en los pies de Mauro Da Luz. Solo Soteldo le puso algo de picante al Santos.
El atacante de 21 años desbordó por la izquierda con facilidad, probó desde larga distancia la portería rival y al final marcó, aunque tarde. Gustavo Henrique y Copete rasparon la bola a la salida de un córner, en la oportunidad más clara del cuadro de Sampaoli durante el primer tiempo, que terminó con un 78 % de la posesión del esférico y pocas oportunidades claras de gol. River jugó su partido. Lo apostó todo a las carreras de Urruti y Da Luz y a intentar alargar lo más posible el cronómetro con el empate. En los primeros 45 minutos, ningún disparo entre los tres palos, por dos del Santos. Un balance muy pobre para ambos equipos.
En la reanudación nada cambió. Santos controlando el juego y River Plate, atrás y a la espera de un zarpazo. Los de Sampaoli estaban sin ideas, muchos jugadores en la línea de ataque y poca movilidad. El técnico argentino, de un lado para otro en el banquillo, sin parar, nervioso y sufriendo. No lo veía claro y sus peores presagios se confirmaron. Pituca, marcado por tres jugadores, perdió la pelota; el River hizo una transición rápida y dejó solo a Mauro Da Luz, que salvó la salida de Vanderlei y definió a placer en el Pacaembú . Fue el premio a la paciencia. El técnico argentino rápidamente movió el banquillo y dio entrada a un delantero puro como Felippe Cardoso.
El equipo mejoró y Soteldo puso el empate a uno a cuatro minutos del final tras aprovechar un centro de Mota. Pero el gol llegó demasiado tarde y Sampaoli encajó su primer revés en tierras brasileñas.