El juego aéreo en defensa, lastre del Leganés en Butarque
Los pepineros se han convertido en el equipo que más porcentaje de goles (el 50%) recibe con la testa de local de toda Primera pese a tener once hombres por encima de los 185 cm.
El Leganés tiene un problema en Butarque. Los pepineros son el equipo de Primera División que más porcentaje de goles en contra recibe de cabeza como local. La mitad de los diez que ha encajado el conjunto blanquiazul desde que comenzó la temporada en su estadio han llegado con la testa de sus contrarios.
Este domingo, ante el Valencia, sucedió el último. Polémico, injusto y, seguramente, anulable, sí, pero gol al fin y al cabo. Kondogbia se llevó por delante a Bustinza para (revisión del VAR mediante) anotar de cabeza el 0-1 del Valencia. Con el del francés ya son cinco las dianas que han recibido los madrileños así, de cabeza, en su estadio en lo que llevamos de curso.
Once rascacielos en Butarque
Asunto extraño toda el de esta debilidad toda vez que, si de algo alardea el Leganés, es de potencial aéreo. La plantilla de Mauricio Pellegrino es una plantación de rascacielos con doce de sus integrantes por encima de los 185 centímetros de estatura. Tres de ellos incluso superan los 190 centímetros. Son los porteros Andriy Lunin (191 cm) y Andrés Prieto (193) y el mediocampista vitoriano Mikel Vesga (191). El elenco de torres lo completan Omeruo, Nyom, Siovas, Diego Reyes, Ezequiel, Carrillo, Gumbau y En Nesyri.
De ellos, nueve (todos menos Ezequiel y Gumbau) han sido firmados a lo largo de la temporada, lo cual viene a demostrar que Pellegrino ha querido hacer del juego aéreo una de las virtudes de su nueva (casi literal) plantilla en el Leganés.
Virtud en ataque, lastre en defensa
En ataque lo ha conseguido. El fútbol directo, bien con balones en largo desde la zaga, bien con centros laterales de sus carrileros, se ha transformado en la manera habitual con la que este Leganés busca a sus contrarios.
"Cuando hay mucho orden en el rival, por las características de nuestros jugadores, tratamos de buscar algo más de juego directo. El fútbol no es sólo control. Yo he tenido equipos que tenían prohibido meter centros porque no teníamos cabeceadores. Depende de lo que tengas", argumentó este domingo Pellegrino para explicar su modo de juego tras los comentarios de Marcelino. El técnico del Valencia dejó entrever que el Leganés sólo sabe usar un fútbol de balones colgados al área.
Una explicación, la del Flaco, que hace que sea más llamativo el problema aéreo en defensa cada vez que juega en su estadio. El entrenador argentino lo achacó a las virtudes de los rivales, aunque admitió el enfado propio y de los suyos por esta debilidad.
"A todos nos da mucha bronca que recibamos de cabeza tantos goles. Hoy los golpeos son cada vez mejores. El balón va cada vez más rápido. En ciertas jugadas no hemos tenido esa fortuna como en los últimos partidos", explicó el preparador pepinero.