Un gol del defensa Willi Orban a falta de un minuto para la conclusión permitió al Leipzig rescatar un empate (1-1) ante el Hoffenheim, en un eléctrico duelo en el que locales y visitantes buscaron en todo momento el marco rival.
Sin margen para la especulación, Leipzig y Hoffenheim demostraron este lunes sobre el césped del Red Bull Arena, por qué son dos de los equipos más atractivos del campeonato alemán.
La vocación ofensiva de ambos equipos propició un trepidante duelo, en el que sólo la falta de acierto en el remate final, impidió ver un auténtico festival de goles.
Y es que ocasiones hubo y más que suficientes para que tanto el Leipzig como el Hoffenheim incrementaran un marcador, que se quedó corto para los méritos de ambos contendientes.
Empezando por el Hoffenheim, que con una espectacular puesta en escena, gozó de hasta tres oportunidades antes de que el croata Andrej Kramaric firmase a los 22 minutos el 0-1 tras enviar a las redes un rechace del portero Peter Gulacsi tras un remate del brasileño Joelinton.
Un tanto que no amilanó al Leipzig, que pese al riesgo de los fulgurantes contragolpes del Hoffenheim, buscó con ahínco el gol del empate, que evitó en la última jugada del primer tiempo el portero visitante Oliver Baumann al despejar milagrosamente con el pie un disparo del austríaco Konrad Laimer.
No fue la única acción de mérito del guardameta del Hoffenheim que evitó a los 54 minutos con otras soberbia intervención la igualada local, tras un remate picado de cabeza del capitán del Leipzig Willi Orban.
Pero si peligroso se mostró el Leipzig, no menos incisivo fue su rival que pudo sentenciar la contienda a falta de cinco minutos para el final con un cabezazo del húngaro Adam Szalai que obligó a lucirse al portero local.
Nada pudo hacer, sin embargo, el portero del Hoffenheim por evitar el gol de Orban, que estableció en el 89 el definitivo 1-1 al aprovechar un centro desde la banda izquierda de Marcel Halstenberg.
Un empate que permitió al Leipzig, cuarto clasificado, seguir vivo en la pelea por el tercer puesto con el Mönchengladbach, y al Hoffenheim seguir mirando de cerca a unos puestos europeos de los que sólo le separan tres puntos.