Al Madrid se le atragantan los súperfichajes: Eriksen, Hazard...
La sanción al Chelsea ha complicado una llegada del belga que el Madrid preveía sencilla. Ya se rindió por el danés, por Neymar, por Mbappé...
El Chelsea ha sido sancionado por la FIFA con la prohibición de fichar en dos ventanas de fichajes consecutivas, hasta junio de 2020, por la incorporación antirreglamentaria de menores extranjeros. Una sanción que en España se conoce bien: Real Madrid, Barcelona y Atlético ya recibieron sanciones en su día por el mismo motivo. Y en ese caso, sin ser sancionado, el Madrid se ve afectado por la situación, pues uno de sus objetivos clave para el próximo verano era Hazard. Un fichaje que el Madrid veía como realizable con cierta sencillez y que ahora se embolica. Si finalmente no se realiza, no sería el primer fichaje que al Madrid se le tuerce en los últimos tiempos.
Neymar
El Madrid intentó con todas sus fuerzas firmar al brasileño el verano pasado, pero se topó con un muro de hormigón. El PSG se hizo con el jugador en 2017, previo pago de 222 millones de euros, los que marcaba su cláusula de rescisión. Su primer año en París no fue como esperaba: ganó los títulos nacionales, pero en Champions cayó ante el Madrid en octavos y además se lesionó de gravedad, lo que a punto estuvo de costarle no ir al Mundial, al que acudió mermado. Las filtraciones sobre la infelicidad de Neymar en París y su mala relación con parte de la plantilla, especialmente con Cavani, fueron constantes y el jugador nunca cerró la puerta a salir en verano, pero cada intentona del Madrid se encontró con una negativa del PSG, que no tiene necesidad ninguna de recaudar (la familia real de Qatar es propietaria del club, investigado varias veces por financiación desleal por parte de la FIFA).
Jugó en contra del Madrid, además, que en Francia no existen las cláusulas de rescisión, por lo que si Neymar quiere salir antes de que finalice su contrato, deberá hacerlo con el visto bueno del PSG. El Mundial puso la guinda: Brasil cayó y Neymar dejó una muy pobre imagen, con piscinazos constantes que hicieron mella en su imagen para la afición blanca; mientras, Mbappé ganaba la Copa con Francia siendo uno de los líderes de la selección de Deschamps. Una encuesta en As.com lo dejó bien claro: 9 de cada 10 madridistas prefieren a Mbappé antes que a Neymar.
Mbappé
La situación con Mbappé es muy similar a la de Neymar: el PSG no negocia por él tras pagar 180 millones de euros a cambio de su fichaje desde el Mónaco. El Madrid también preguntó por él durante el mercado de 2018 y recibió también una respuesta negativa. El jugador no ha cerrado la puerta a una futura salida, pero la sensación en el club es de que será muy difícil torcer la voluntad de equipo parisino, aún cuando el jugador pueda declararse en rebeldía. Cuando el Madrid dejó escapar claramente al jugador fue en el verano de 2017, cuando todavía militaba en el Mónaco: el club blanco alcanzó un acuerdo para el traspaso en cantidades muy similares a las que luego pagó el Mónaco, pero no con el jugador.
La versión del club estaba en que Mbappé pedía cobrar 12 millones netos por curso y que eso hubiese roto el ecosistema salarial del vestuario, convirtiendo a un chaval de 18 años en el segundo jugador mejor pagado del equipo, sólo por detrás de Cristiano, por entonces. Además, Mbappé y su padre expresaron dudas por el rol que el jugador podría haber tenido mientras estuviese vigente la bbC. El Madrid tuvo la oportunidad de traspasar a Bale al United de Mourinho, dispuesto a tirar la casa por la ventana para ficharle, pero decidió quedarse con el galés y Mbappé acabó en París.
Eriksen
Apenas ha sido un interés que creció rápido y con la misma velocidad frenó. El Madrid veía en el danés al jugador indicado para darle el relevo a Modric en el mediocampo; el croata, con 33 años que serán 34 en septiembre, encara el tramo final de su carrera y en el club saben que necesitan ir pensando en un futuro a corto plazo para no perder competitividad. Pero el problema estaba en que Eriksen milita en el Tottenham, de donde el Madrid ya sacó al propio Modric y a Bale y que preside Daniel Levy, el correoso dirigente que hizo al Madrid esperar hasta los últimos días de agosto para consumar ambos fichajes, y a cambio de cantidades altas: 35 millones en el caso del croata, 101 en el del galés.
El pasado verano, tras la dimisión de Zidane, Florentino intentó sacar a Pochettino del Tottenham para que se hiciese cargo del proyecto blanco y contaba con el deseo del técnico argentino, pero se encontró con la negativa tajante de Levy, que volvió a dejar claro lo duro que es negociando cuando el Madrid pidió precio por Eriksen: 250 millones para empezar a negociar. Florentino sabe que con el dirigente de los Spurs todo requerirá tiempo y mucho dinero, de ahí que el Madrid haya preferido retirarse de la puja, pese a que el danés acaba en 2020 su contrato y no renovará; la presencia de otros gigantes de la Premier acechando hizo al Madrid frenar en su interés y centrarse en Hazard, que ahora se ha complicado seriamente.
Hazard
El último interés, el más potente y el que acaba de perder enteros ante la sanción del Chelsea. Si se confirma que el equipo inglés no podrá fichar en verano, eso le obligaría a retener a sus jugadores actuales para competir lo mejor que pueda en la temporada 2019-20. El Madrid contaba con repetir con el mediapunta belga el plan que ya trazó para fichar a Courtois: esperar a que le quedase sólo un año de contrato para sacarlo por un precio razonable (en el caso del portero, fueron 35 millones), aprovechando el deseo del jugador.
Que Hazard quiere fichar por el Madrid no es ningún secreto, él mismo lo ha desvelado en numerosas ocasiones, más o menos veladamente, y se ha negado a renovar a la espera del equipo blanco. Pero la imposibilidad de ficharle un sustituto podría ser un impedimento demasiado grande para el Chelsea a la hora de abrir la mano y dejarle marchar, aún a riesgo de que se vaya gratis en junio de 2020. Ahí el Madrid podría incorporarle sin problemas, aunque debería competir en la puja con el resto de equipos que le ofrezcan un sueldo estratosférico y el jugador tendría ya 29 años y medio.