Bale deja de intentarlo

Justo en la temporada en la que Gareth Bale (de 29 años) debía asumir un papel protagonista tras la salida de Cristiano del Madrid, está mostrando su perfil más lánguido. No sólo los números del galés no se corresponden con los de ese líder que pretendía el Madrid que fuera (dos goles en los últimos siete partidos, 12 goles y cinco asistencias en total), tampoco su conducta sobre el césped, apática. Hay un dato que refleja a la perfección esa indolencia: Bale ha pasado de promediar en las últimas cinco temporadas un intento de regate cada 20 minutos a hacerlo cada 35 minutos en esta (56 en 1.987 minutos). No llega a tres por partido…

El de Cardiff parece haber ido perdiendo ambición en este aspecto. Sus dos primeras campañas en el Madrid (2013-2015) promedió un regate cada 18 minutos, uno cada 17’ en la 2015-16, en la 2016-17 su media empeoró ligeramente (uno cada 22’) para desplomarse en los dos últimos años: trató de hacer un regate cada 34 minutos la temporada pasada, uno cada 35’ en esta. La regresión de Bale es evidente en este capítulo y se extiende a más acciones: hace menos regates buenos que nunca (uno cada 70 minutos) y su tasa de recuperaciones también ha caído en picado (una cada 58,5’).

El discreto papel que está desempeñando Bale le ha hecho perder peso en el equipo con Solari. Desde que el galés volvió de su octava lesión en el sóleo izquierdo (22º en total) contra el Espanyol (el 27 de enero), el Madrid disputó siete encuentros, de los cuales comenzó en el banquillo cinco, Clásico y derbi entre ellos. Sólo fue titular contra el Alavés (3-0) y en Amsterdam ante el Ajax (1-2), pero en ambos partidos fue el primer cambio elegido por el entrenador argentino. En su cuesta abajo Bale se ha cruzado con Vinicius (de 18 años), cuyo ascenso es imparable. El brasileño se ha asentado en el once (titular en 12 de los últimos 13 partidos) con su alegría, atrevimiento y desborde y está dejando en mal lugar al de Cardiff. Vinicius marca o asiste cada 88’ (el galés, cada 116’), intenta regatear al rival con mucha más frecuencia (cada 13 minutos), completa un regate cada 29’ por los 70’ de promedio del galés, remata cada 21 minutos (Bale, cada 22’), recupera casi tres veces más que él (cada 22’ frente a los 58’ que emplea el 11 madridista)…

Vinicius se ha apropiado con decisión del rol que debería haber agarrado Bale. El Madrid ataca más por la izquierda (42% de las jugadas), la banda del brasileño, que por la derecha (34%). Solari intentó estimular a Bale situándolo en algunos tramos de partido en esa banda izquierda, su sitio natural (15 minutos ante el Alavés, en el Clásico y en el derbi), pero sólo ante el Atlético brilló en el tramo final con el gol que abrochó el triunfo del Madrid (1-3). Tal y como informó As el pasado miércoles, el impacto de Vinicius y la falta de actitud de Bale han hecho que el Madrid (Florentino) medite seriamente ponerle en el mercado aunque desde el entorno del jugador aseguraron a este periódico que está feliz en el club de Concha Espina y no se plantea irse.

Bale no ha cumplido con las expectativas que generó su llegada, en 2013. Convertido por Florentino en el fichaje más caro de la historia del club (101 millones), ha alternado goles icónicos con largos periodos de desconexión, falta de regularidad y de salud. En total ha disputado 16.033 minutos, tan solo el 53% del total, ha sufrido 22 lesiones y no ha estado en 115 partidos.