Jesé, 'alivio' para un Setién en el epicentro de las críticas otra vez
La evidente recuperación en el Betis del delantero canario, apuesta personal del técnico, es motivo de esperanza tras caer ante el Rennes.
Las redes sociales y las encuestas televisivas, que exageran y a veces hasta distorsionan la realidad, cargaban contra la figura de Quique Setién tras el jarro de agua helada que supone para el Betis la eliminación europea a manos del Rennes. El entrenador santanderino aceptaba resignado ser el blanco de las críticas en la derrota y de pocos halagos cuando se gana: "me parece bien que me culpen. Para eso estoy aquí. Muchas veces cuando ganamos no se me da valor y cuando pierdo el culpable soy yo. Para eso me pagan".
"Es lógico que la gente me señale. Podría estar justificándome pero asumo como entrenador lo que me toca y lo acepto. Quizás tenga la benevolencia de parte de la gente que pueda interpretar que no sólo soy el culpable pero acepto que las críticas se centren en mí", añadió Setién, que en medio de la tormenta que supuso quedarse sin entrar en el bombo continental de octavos puede comenzar a anotarse un pequeño tanto: la recuperación de Jesé, el mejor jugador verdiblanco ante el Rennes.
Jesé, al que el técnico afirmó haber sustituido en el minuto 68 "porque el riesgo de lesión es alto", firmó un puñado de ocasiones generadas casi siempre por él mismo, con arrancadas y regates que recordaron a aquel chaval que despuntó en el Real Madrid hace ya algunas campañas, antes de lesionarse una rodilla o de diluirse entre el PSG, Las Palmas (a las órdenes del propio Setién) o el Stoke City.
Apuesta personal del propio Setién ante la sospecha, como así ocurrió, de que no vendría ningún otro atacante, el entrenador santanderino se ha empeñado en darle minutos y ritmo a Jesé, que ya contra el Alavés dio señales evidentes de recuperación y estuvo también a punto (a centímetros, en un balón qe entraba) de marcar su primer gol como verdiblanco. Ayer tampoco logró anotar pero no paró de intentarlo, rápido y peligrosísimo arriba. Su aparición ofensiva, en medio del desastre, da motivos para la esperanza al Betis... y a Quique Setién.