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El Real Madrid vuelve a sufrir la normativa aérea de Ámsterdam

Duerme la noche del partido en Holanda y vuelve al siguiente al estar prohibidos los vuelos de madrugada. Ya hubo gran caos en La Séptima (1998).

Madrid
El Madrid, llegando a Ámsterdam el martes.
JESUS ALVAREZ ORIHUELA

A diferencia del resto de partidos que juega fuera de casa, tras los cuales regresa siempre inmediatamente después de atender a los medios de comunicación, el Real Madrid tiene que hacer noche en Ámsterdam tras el triunfo por 1-2, como ya le ha sucedido en otras ocasiones. El motivo vuelve a ser la enrevesada normativa aérea de la capital holandesa, que prohíbe los vuelos de madrugada, fruto de un acuerdo de ley de 1997 que, con ciertos cambios, perdura a día de hoy. Así pues, el Madrid pasa otra noche en el Hotel Okura, inmerso en el pintoresco barrio de De Pijp, y regresará el jueves a las 13:00 horas; tomará tierra en Madrid sobre las 15:15 horas.

Una normativa que ya causó un enorme caos en 1998, cuando la ciudad holandesa acogió la final de la Champions League entre el Real Madrid y la Juventus que acabó con La Séptima para el Madrid, 32 años después de La Sexta. Entonces, la prohibición de volar de noche partía desde las 23:00 horas; hoy ese horario máximo de despegue se ha flexibilizado hasta las 01:00 horas. En 1997, el Gobierno de Holanda firmó un decreto de corte ecologista, ante las protestas de los verdes, por el cual se restringía el número máximo de vuelos anuales que puede acoger (380.000) y también impedía los vuelos pasadas las 23:00 horas.

Una situación que a punto estuvo de costarle a la ciudad dejar de acoger la gran final en la que Mijatovic volvió a hacer al Madrid campeón de Europa. El gran número de chárters (160) procedentes de Madrid y de Turín causó problemas, pues las autoridades aeroportuarias empezaron a rechazar solicitudes de vuelo por superar el cupo impuesto por ley. Una situación que irritó tanto al Madrid como a la Juventus y que provocó las amenazas de la UEFA de desplazar la final: se llegó a estudiar la posibilidad de llevarla a Wembley, Da Luz, Montjüic... e incluso al Camp Nou, aunque Josep Lluis Núñez, entonces presidente del Barcelona, se negó a ceder el estadio cuando fue tanteado ante la posibilidad de que el Madrid se llevase el título (aunque la Juve era gran favorita).

El asuntó se terminó despejando gracias a una reunión el 13 de mayo de 1998, sólo siete días antes de la final, entre UEFA, Federación Holandesa y el Gobierno de los Países Bajos, que terminó garantizando la recepción de todos los vuelos (luego lo compensaron restando vuelos de rutas interiores, lo que causó críticas de la oposición política) y flexibilizó los horarios; de ahí que el Madrid pudiese volver de madrugada en la noche del 20, después de la cena en la que celebró el título europeo. Una excepción por un motivo especial que no se ha repetido y que perjudicó al Real Madrid en este cruce de Champions; no podrá pisar tierra española hasta el jueves por la tarde.