Grietas en el plan del Barça
Seis centrales, sólo un lateral izquierdo, parches en el 9 y problemas en la creación por la lesión de Arthur. El trabajo de Segura y Abidal tiene vías de escape.
El Barça terminará la temporada con seis centrales: Piqué, Umtiti, Vermaelen, Lenglet, Murillo y Todibo. El excedente en esa posición invita a un análisis del mapa de la plantilla que entrena Valverde. Si esa posición está superpoblada es porque otras se han quedado cojas. Se enciende entonces el chivato del lateral izquierdo, donde Jordi Alba está teniendo que cargar solo con el trabajo, y de los creadores en el centro del campo. Las marchas de Iniesta y hasta de Denis y la lesión de Rafinha han dejado a Arthur como único garante del juego de creación, el pegamento entre defensa y ataque azulgrana.
Al Barça le ha quedado una composición extraña de la plantilla. Salvo en el lateral izquierdo, donde la apuesta de club (no de entrenador) por el jovencísimo Miranda como suplente de Jordi Alba no ha funcionado, arrancó el año con los puestos doblados. Sin embargo, ahora se ve con algunos sitios triplicados y otros desocupados.
El principal descalzaperros está en la defensa. El origen del mismo es la renovación de Umtiti, que el Barça firmó sin tener garantías médicas. El cartílago de la rodilla izquierda del central francés recomendaba prudencia pero Bartomeu decidió cerrar la ampliación de su contrato. Con Umtiti en el limbo toda la temporada, y con Vermaelen lesionado por norma, el Barça se vio obligado a fichar a otro central, el colombiano Jeison Murillo. Su cesión, sin embargo, perdió todo sentido cuando el club adelantó la llegada de Jean-Clair Todibo, a quien el Toulouse había apartado y sobre el que se decidió anticipar su llegada para al menos mantenerlo bajo control. Jordi Alba debe extrañarse cuando mira a su derecha y ve a seis centrales pero ningún lateral que pueda cubrir airosamente sus ausencias. Vermaelen pinchó cuando jugó de lateral en Leganés. También Miranda, sin opciones desde el duro trago del partido de Copa ante el Levante. El Barça se ha tenido que agarrar a Semedo o Sergi Roberto como laterales postizos.
El puesto de interior también se ha convertido en un problema. Arthur llegó en verano para hacerse un hueco pero tenía competencia: Rakitic, Rafinha, Denis, Vidal y, supuestamente, Coutinho... La marcha de Iniesta metió al Barça en un proceso de búsqueda para equilibrar el centro del campo. Coutinho, que era el favorito para ocupar el puesto de interior izquierdo, no presenta las características ideales para jugar en esa posición, al menos con tres puntas por delante. Rafinha se lesionó de gravedad en el Wanda, Denis voló al Arsenal y el retrato-robot de Vidal no tiene nada que ver con el de un creador. La lesión de Arthur en el Clásico ante el Madrid ha puesto sobre la mesa que el Barça tampoco tiene soluciones similares al brasileño. Ningún jugador es como Arthur. Al menos asoma Aleñá.
El Barça también ha hecho 'obras' en la delantera. La elección de Munir por delante de Alcácer se confirmó equivocada y la poca voluntad del futbolista, que terminaba contrato, por cambiar su situación, obligó al Barça a un movimiento parche. Boateng aterrizó, se presentó y jugó en Sevilla pero no ha habido más noticias de él. Tiene merecido el margen de la duda porque aún no se le ha visto pero no pasará de recurso para intentar darle aire a Suárez.
Este diseño asimétrico de plantilla del Barça deja dudas para lo que queda de temporada. Valverde tiene 24 jugadores, pero por diferentes razones, muchos de ellos sólo parecen hacer bulto. Había grietas en la planificación del Barça.
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