Un golazo de Darder en el 95' puede con el VAR y con el Rayo
El videoarbitraje le había anulado dos tantos al mediocentro del Espanyol, uno a Álvaro García, y había señalado el penalti con el que empataban los pericos. Ba hizo el 0-1 para el Rayo.
Al filo de la navaja llegaban Espanyol y Rayo a Cornellà, y esa cuchilla que es la proximidad con el descenso les dejó visibles cicatrices en Cornellà. Por un lado, las que asesta el VAR, que decretó un penalti y anuló hasta tres goles. Por otro, Darder, autor de dos de esos tantos que la tecnología echó atrás y que a la tercera, en el minuto 95, dio tres puntos de oro a su equipo y, sobre todo, a Rubi.
Le faltó salsa a ese hormigueo en el estómago que son los minutos previos, pues ni Rubi ni Míchel recurrieron a ningún fichaje para sus alineaciones. La emoción estaba por llegar con el pitido inicial. A los cinco minutos, con De Tomas cabeceando un centro de Álex Moreno desde esa autopista que es últimamente la banda diestra del Espanyol. Y a los diez, con el gol anulado a Álvaro García por fuera de juego. Entró en acción el VAR, que reaparecería en el 19’ pero en el otro área, con idéntico motivo: ratificar un tanto ilegal de Darder por ‘offside’, éste más justito.
El videoarbitraje no afectó al Rayo, que perdonó en los pies de Imbula, ni mucho menos a un Espanyol al que solo Dimitrievski apartó del 1-0. Lo que sí alteró a los pericos fue la lesión de Piatti a la media hora, en un feísimo gesto de rodilla, que les adormiló. Y lo aprovecharon los de Míchel para asestar un zarpazo letal, en un milimétrico centro lateral de Embarba para que Ba estrenase con la testa, libre de marcaje, su casillero en LaLiga.
Herido en su orgullo, asedió el Espanyol en la reanudación al meta macedonio, quien voló ante Darder y Dídac, en sendas ocasiones clarísimas. Aunque para revolución, la de Wu Lei. El chino, que había entrado por Piatti, desquició a los tres centrales rayistas con desmarques, hasta el punto de que Velázquez lo tuvo que derribar por detrás dentro del área. Penalti clarísimo que vieron todos salvo Prieto Iglesias, quien tuvo que recurrir, de nuevo, al VAR. Lo materializó Borja Iglesias.
Y las nuevas tecnologías acabaron por desquiciar a un Espanyol que, eufórico, celebró el 2-1 de Darder antes de que un fuera de juego de Rosales lo dejase sin efecto. Tanto tiempo perdido, sin embargo, supuso que Prieto diera seis minutos de añadido. Tiempo suficiente para que Darder, a la tercera, diera los tres puntos a los pericos. Empalmó el mediocentro en la frontal, y sin dejar botar el balón, una volea espectacular. Se aleja el Espanyol del descenso, donde se queda un Rayo que durante muchos minutos había sacado la cabeza.