La defensa de cinco no le funciona al CD Lugo
El resultado son tres puntos de seis posibles (victoria ante el Rayo Majadahonda y derrota ante el Numancia) pero sobre todo cinco goles encajados.
Dice el viejo adagio futbolístico que no se marcan más goles por jugar con más delanteros. En el caso del CD Lugo, esta máxima se podría aplicar a la inversa, ya que tras cambiar de sistema a defensa de cinco jugadores (tres centrales y dos carrileros) acumula cinco goles encajados en tan solo dos partidos, lo que da idea de que el equipo no ha logrado acostumbrarse a la nueva situación táctica que propone Alberto Monteagudo.
Aunque el equipo había formado ya así durante momentos determinados de algún partido concreto, no fue hasta hace dos jornadas cuando Monteagudo decidió montar el entramado del equipo en torno a este dibujo. La principal razón fue la salida de Kravets unida a la lesión de Luis Ruiz, su sustituto en el flanco izquierdo. Con Lebedenko aún en periodo de adaptación, el técnico albaceteño decidió mudar el dibujo, colocando tres centrales, con pita como hombre libre, y Campabadal ocupando el carril diestro y Juan Muñiz el zurdo. El desempeño del asturiano, poco acostumbrado al rigor táctico del puesto, es aceptable en ataque pero disminuye en defensa, y el equipo lo nota.
El resultado son tres puntos de seis posibles (victoria ante el Rayo Majadahonda y derrota ante el Numancia) pero sobre todo cinco goles encajados, una cifra inasumible en Segunda División. Ahora, ante la próxima visita del Zaragoza, Monteagudo tendrá que elegir entre continuar con la defensa de cinco o volver a un dibujo más reconocible para sus jugadores.
