El balón parado vuelve a funcionar
Son tres los goles que ha anotado el conjunto ovetense en lo que va de 2019. Una faceta en la que ha mejorado y le ha permitido colocarse cerca de playoff.
Cuando las cosas no salían bien, con el Oviedo más cerca de los puestos peligrosos que de la élite de la tabla, Anquela mantenía una y otra vez que la línea de trabajo era la adecuada y que solo faltaba las correspondientes dosis de fortuna, o de acierto ante el arco rival. El rendimiento defensivo no era el deseado, de ahí el paso a la zaga de tres centrales, pero el Oviedo tampoco era sólido en el área rival. El cambio de año ha servido para recuperar la versión más sólido y con él, los puntos. El equipo defiende mejor pero también ha mostrado más punch a la hora de finalizar las acciones. Las jugadas a balón parado son el mejor ejemplo del cambio.
Ante el Cádiz pudo comprobarse de nuevo. El primer acierto en el choque, el que sirve para establecer el 1-0, llega desde la esquina. Centra Bárcenas, remata Alanís en primer lugar y Carlos Hernández remacha a la red tras el despeje de Cifuentes. Un acierto del laboratorio de Anquela. “Somos fuertes a balón parado y eso en Segunda, donde no hay excesivas ocasiones, es muy importante”, señaló Carlos Hernández, el autor de la diana, al término del choque en en el Tartiere. El tanto del central se suma al que logró en Soria en el primer partido del año para dejar su cuenta personal en dos dianas, lejos aún de las seis logradas el curso pasado. Aquel día, Christian decidió el choque con un testarazo desde la esquina.
No han sido los tres únicos goles del Oviedo a balón parado en lo que va de 2019. También en Extremadura acertaron los azules. Fue en un rechace de un córner y posterior centro, cuando Joselu empujó de cabeza una pelota ganada por el mismo Carlos Hernández. En total, son 4 de los 8 goles anotados por el Oviedo en lo que va de año.
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