Los argumentos del Juez para expulsar al Reus: "Reincidencia y especial gravedad"

La resolución que ha dictado el Juez de Disciplina Social que supone la expulsión del Reus está, como no podía ser de otra forma, motivada. El juez esgrime varios argumentos para sostener la sanción y, de acuerdo con los estatutos de LaLiga, tenía poco margen de maniobra: dos de los requisitos para expulsar a un club, la reincidencia y la "especial gravedad de los hechos" se cumplen en el caso del club catalán.

En el inicio de su escrito el Juez esgrime que los hechos sancionables (no pagar a sus jugadores) no solo constituye un "incumplimiento del Reus de los deberes y compromisos adquiridos" sino que el club, en sus alegaciones, "no han sido negados". Los hechos pues los da por probados, y recuerdo que el cambio de propietarios no debe tener un efecto en la sanción: "El saneamiento (presunto o real, total o parcial, creíble o no) de una entidad después de haber realizado el hecho infractor y haberse beneficiado de él no puede tener efectos enervadores de la sanción", asegura.

El Juez gradúa su sanción (tal y como prevén los estatutos de Laliga) en base a que los hechos son de "especial gravedad" y a la reincidencia del club. Poco puede argumentar el Reus en este aspecto, pues efectivamente es reincidente (ya había sido sancionado antes por LaLiga) y difícilmente se pueden catalogar los hechos como poco graves "atendiendo a su envergadura y efectos sobre los propios jugadores y la imagen de la competición profesional". El Reus se vio obligado a suspender sus partidos y vio como la gran mayoría de sus futbolistas rescindieron el contrato. 

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