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TENERIFE 0-MÁLAGA 0

Al Heliodoro solo le faltó el gol

Tenerife y Málaga regalaron un gran partido, pero les faltó lo más importante: el gol. Ambos se vaciaron, pero les faltó precisión.

Al Heliodoro solo le faltó el gol
LaLiga

Tenerife y Málaga regalaron un gran partido, pero les faltó lo más importante: el gol. Ambos se vaciaron, pero les faltó precisión. Oltra no pudo repetir el once de la semana pasada por unas molestias de última hora de Montañés y por eso ingresó Naranjo. López Muñiz, por su parte, arriesgó con Blanco Leschuck quien llegó al duelo con algunas molestias en el hombro.

El choque empezó dinámico, con ambos equipos muy bien parados y con las ideas muy claras: buscar la portería contraria, aunque les faltó mayor peso en las áreas. La primera la tuvo N’Diaye, el más participativo de los visitantes, pero disparó alto (12’). Casi enseguida respondió Alberto desde lejos, pero lanzó fuera.

En un duelo muy parejo, a balón parado, el Málaga se mostró muy peligroso y desnudó algunas falencias del Tenerife, que sufría en cada acción, sobre todo en los lanzamientos de esquina. Muy cerca estuvo Blanco Leschuk de anotar, pero cabeceó por encima del larguero (28’) ante la pasividad defensiva local.

Malbasic apareció en el partido para forzar un córner que fue cabeceado desviado por muy poco por su compatriota Racic (33’). Seguía vibrante el encuentro, pero sin ocasiones claras de gol. Acabó la primera parte con un Tenerife volcado, pero sin claridad ante un rival inexpugnable en defensa.

Tras el descanso, siguió la intensidad, pero las áreas seguían vírgenes. Naranjo probó a Munir, pero salió desviado, mientras que Dani Pacheco enmudeció al estadio con un precioso remate desde fuera que salió por muy poco ante un Dani que poco podía hacer. A la contra, Harper también se atrevió, pero lanzó alto.

Malbasic fabricó una buena acción en la izquierda, pero el recién ingresado Coniglio cabeceó flojo su centro. Otra vez el serbio levantó al público de sus asientos generando un córner que no acabó en gol de milagro (la sacaron sobre la línea).

El partido entró en una vorágine casi incontrolada y primero Coniglio y luego Ontiveros pusieron un poco más de emoción a un ya apasionante partido. Borja Lasso, cabeceó a la red, pero Munir a puro reflejo, evitó el 1-0. En la recta final, ambos fueron gol, pero demostraron que esta no sería su noche.