Zidane fichó a Pintus para acabar bien las temporadas
Quiso hacer en el Madrid lo que aprendió en la Juve. Los jugadores, al principio, eran reticentes pero terminaron confiando en él.
Cuando Zidane llegó al banquillo del Madrid en enero del 2016, le chocó el mal estado físico de la plantilla y tuvo que crear un plan de recuperación rápida para afrontar los últimos meses de competición. En ese momento, ya sabía que, si tuviera la suerte de seguir como entrenador del equipo merengue más allá del mes de junio, sería necesario hacer una gran planificación para que los jugadores aguantasen toda la temporada y llegasen a un buen nivel físico a las citas decisivas.
El míster francés siempre se acordaba de las duras pretemporadas que tuvo que sufrir en sus cinco años en la Juventus (1996-2001), pero sobre todo de los enormes beneficios que este trabajo le había dado. Como futbolista, Zizou aprendió la competitividad en Italia y, como técnico, se inspiró mucho en los rígidos métodos del país del "calcio". En Turín conoció a un joven profesional que, entonces, ejercía de adjunto al preparador físico. Se llamaba Antonio Pintus y la química entre ambos fue excelente. Así que el entrenador francés pensó rápidamente que el hombre ideal para diseñar un plan global que permitiría a la plantilla alcanzar un buen tono físico durante el invierno y la primavera sería el italiano. Por eso llamó personalmente a Pintus en junio de 2016. El problema es que este último acababa de firmar un contrato de tres años con el Lyon. Así que, frente a la insistencia de Zidane, el Madrid ofreció al italiano un contrato indefinido que, con la legislación vigente en Francia, liberaba automáticamente a Pintus sin tener que pagar nada. También ayudó la gran amistad que une a Jean-Michel Aulas, el presidente del Lyon, y a Florentino Pérez.
Zizou estaba convencido de que iba a funcionar, aunque algunos jugadores tuvieran algunas reticencias al principio. Pero todos se dieron cuenta de que confiar en Pintus y en su método de fraccionamiento del trabajo y de los momentos de la temporada daba muy buenos frutos. Porque, además, la dureza del italiano en el cumplimiento de los objetivos siempre iba acompañada de mucha psicología. Y ya en la primera temporada de Antonio Pintus en Madrid se ganó el doblete Liga-Champions League con, además, un recital de poderío físico en la gran final frente a la… ¡Juventus!
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