Milán y Nápoles se anulan y complican la carrera hacia sus respectivos objetivos: el 0-0 de San Siro, tras un partido igualado, sólo le sirve a la Juventus, que puede alargar su ventaja sobre los azzurri a 11 puntos, a la Roma y al Lazio, que le pueden arrebatar el cuarto puesto a los milaneses.
Carlo Ancelotti, que antes del enfrentamiento recibió una emotiva ovación de sus extifosi (y una pancarta en su honor, “leyenda rossonera”), volvió a sorprender con una alineación inédita: Callejón, Insigne, Milik y Mertens titulares a la vez, con Zielinski y Fabián en el mediocampo. A pesar de la atrevida elección de Carletto, en la primera parte a los sureños le costó crear peligro, aunque el propio Callejón, recibiendo el ya típico balón de Insigne, estuvo cerca del 0-1 con una volea que Donnarumma desvió fuera.
Los de Gattuso, que decidió dejar en el banquillo al recién fichado Piatek apostando por Cutrone, se vieron en el área de Ospina con iniciativas del punta italiano, de Suso y de Paquetá, pero con poca puntería. En una de las primeras jugadas de la reanudación, no obstante, un centro del siempre activo Cutrone llegó tras un rebote a Kessié y Malcuit salvó a los sureños, rechazando el chut del mediocampista.
Los azzurri, que hasta entonces sólo crearon peligro con una volea zurda de Zielinski, también le tuvieron que dar las gracias a Ospina: el colombiano, con un paradón en el 78’, le negó el gol a Musacchio, que recibió un balón peinado por Piatek. Fue una de las primeras jugadas del polaco, que había hecho su debut sustituyendo a Cutrone siete minutos antes.