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LEGANÉS

Serantes: “Este año en el Leganés no he disfrutado nada”

El exportero pepinero verá desde Fukuoka la eliminatoria copera de su exequipo y el Real Madrid: “No me da pena perdérmela porque en Japón soy feliz, no esperaba estar tan ilusionado”.

Actualizado a
Serantes, ex del Leganés, nuevo jugador del Avispa, de Japón.

Las distancias son relativas. Lo son para los sentimientos. Fukuoka está a 10.539 kilómetros de Leganés. Allí, en Japón, vive ahora Jon Ander Serantes. La leyenda pepinera, Héroe (con mayúsculas) del ascenso blanquiazul a Primera, es nuevo jugador del Avispa, un equipo de la segunda nipona donde dice haber recuperado la “ilusión” que no había perdido en Butarque. El cambio es importante, pero entre tanto vaivén, entre tanto vuelco a su vida, dice sentir el calor de la afición del Lega con igual intensidad o más que antes. Sí, las distancias son relativas.

Más si se tiene en cuenta que las tecnologías todo lo pueden. Por ejemplo, ver en un hotel de una urbe japonesa un partido del Leganés ya no es utopía. Se puede. “Y si no lo veo, lo sigo por internet por páginas que comentan el partido”, confiesa Serantes, de 29 años, en la intimidad de su habitación, ésa que se convertirá en su hogar hasta que, en cosa de un mes, le den su nueva casa.

Así que el único problema que tuvo para ver la ida de los octavos de final de Copa entre el Madrid y su ya exequipo (suena raro) fueron las horas. “Tuve que ponerme el despertador para madrugar, pero no me importa porque con el jet-lag aún me cuesta dormir”, confiesa.

“No esperaba estar tan ilusionado”

Madrugando verá hoy el partido de Butarque, ése en el que, de haberse quedado en Madrid, quizá habría jugado. Con Lunin imposibilitado por la cláusula del miedo, había opciones de que Cuéllar le hubiera dejado el puesto.

A Serantes, sin embargo, no le importa perderse este partido. “Pues la verdad es que no me da pena. Estoy muy cómodo aquí. Feliz. Con ganas de empezar con mi nuevo equipo, en una nueva temporada. Disfrutar del fútbol. En Leganés este año no he disfrutado nada. Japón es una nueva etapa”, dice sincero.

“No me esperaba estar tan ilusionado”, continúa. “Para mí es un cambio importante. El recibimiento ha sido genial. El trato es exquisito”, cuenta todavía ruborizado al ver que, apenas fue presentado en el club, todos los trabajadores lo recibieron como si fuera su nueva estrella. “Es un poco su cultura. Soy un nuevo trabajador… un poco especial y diferente, sí, pero son muy respetuosos. En los restaurantes me agradecen mi fichaje. Me tratan genial para estar lo más a gusto posible. Ellos se esfuerzan en demostrar el agradecimiento”, continúa.

“Mi situación no era la mejor”

Impresionado aún por la majestuosidad de Fukuoka (“Es grandísima y espectacular”), Serantes dice que no se plantea su etapa en Japón como un paréntesis para volver luego a España. “No quiero pensar más allá. Quiero pensar en el momento”, reflexiona antes de tomarse su tiempo para responder la siguiente pregunta. Ésa que le cuestiona por la nostalgia que siente por Leganés.

“Sí… bueno… me da mucha pena dejar Leganés. Principalmente porque yo no me quería ir. Por eso renové tres años. Me sentía importante en el proyecto, pero casi que me han forzado a irme. Mi situación no era la mejor. Tampoco podía seguir así mucho tiempo. Me veía fuera de entrenamientos, de convocatorias. No era la ideal. ¿Qué el club busca portero? Que sea el mejor y les ayude a salvarse”, desea al tiempo que interrumpe la charla a toda velocidad.

Jon tiene que irse a cenar. “Aquí la comida es genial. El intermediario que ayudó en mi fichaje nos ha hecho de guía y he descubierto cosas chulas”, comenta. Su Instagram da cuenta de ello. En su primera noche mostró cómo estaba a punto de comerse un calamar vivo servido en medio de la mesa. “¡¡Cómo me lo voy a comer vivo!! No sabes la cantidad de mensajes que me llegaron por ello. No, no. Luego lo fríen o le hacen algo, pero no estaba vivo”, se carcajea con su voz cargada de alegría. A miles de kilómetros de casa, Serantes ha encontrado la felicidad.