1x1 del Celta: Autopistas Cardoso, libres de peaje para los rivales
El conjunto dirigido por el luso fue un coladero defensivo, especialmente por la banda izquierda. Rubén se tragó el primero y evitó un resultado escandaloso.
Rubén: De lo poco salvable pese a encajar cuatro goles. Se comió por su palo el 1-0 y durante un buen rato dudó en los centros laterales. Cuando se enchufó al partido salvó tres tantos cantados.
Hugo Mallo: Irreconocible. Atolondrado por el codazo en el pecho que le metió De Tomás, cometió errores de bulto como un despeje dentro del área que fue una asistencia a Trejo. Sin precisión en sus apariciones en ataque.
Cabral: Lento y descolocado. De Tomás se hartó a recibir libre de marca dentro del área. Solo estuvo firme en el juego aéreo.
Araujo: Mejor en el área rival que en la propia. Marcó un gol digno de un gran delantero centro. Aunque en defensa firmó alguna cobertura salvadora, De Tomás se le adelantó en el 3-2, un despiste que condenó al equipo.
Juncà: El gran punto débil. El Rayo no se cortó un pelo en buscar una y otra vez su espalda durante la primera parte. Advíncula se encontró una autopista sin peaje.
Okay: Desdibujado. No se hizo con la manija del partido en la medular. Dio varios pases sin sentido.
Jozabed: Desaparecido. En su regreso a la titularidad actuó como mediocentro. Solo se supo que jugaba porque la grada le pitaba cada vez que recibía el balón.
Beltrán: De nuevo fuera de posición. Cardoso insistió en que jugara como enganche y su aportación volvió a ser insustancial. Los pitos de la afición del Rayo también le afectaron.
Boufal: Intermitente en ataque y un espectador en defensa. Generó la jugada que acabó con el remate de Brais y penalti a favor del Celta. Se desentendió de bajar con Advíncula.
Brais: Perdido. Provocó el penalti y poco más se puede sacar en limpio de su actuación. Lo más positivo es que nunca le quema el balón en los pies.
Maxi Gómez: Desesperado sin Aspas. Volvió a ser una isla en ataque y pelear en solitario contra tres centrales es demasiado. Marcó de penalti y ejecutó con mucho peligro una falta lejana.
Lobotka (entró por Beltrán): El sacrificado por la derrota ante el Athletic no tuvo tiempo para reivindicarse. Cardoso esperó al 3-2 para meterlo, a falta de 12 minutos. Con el eslovaco sobre el césped el balón fluyó algo mejor.
Pione Sisto (entró por Boufal): Cambio a la desesperada de Cardoso en el minuto 81. En una de sus escasas apariciones provocó una falta que debería haber sido sancionada con tarjeta.
Eckert (entró por Jozabed): Saltó al terreno de juego junto a Sisto. Apenas se le pudo ver.
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