Anquela trata de asentar un dibujo en el equipo
El equipo busca un estilo claro para asentarse. Las últimas jornadas han dado paso a dibujos con tres centrales o un 4-2-3-1 como sistemas más empleados.
La asignatura pendiente del Oviedo en el primer tramo de la competición ha sido la regularidad. Solo una vez en toda la campaña el equipo azul ha sido capaz de enlazar dos victorias seguidas. Esa falta de continuidad en los resultados es lo que está lastrando las opciones del Oviedo de estar entre el pelotón de los aspirantes al ascenso a Primera. Y esa búsqueda se aplica también al estilo de un equipo que ha ido avanzando a trompicones.
Las lesiones han ido condicionando los planes de Anquela en una campaña en la que la enfermería ha estado hasta los topes. El propio entrenador lo ha manifestado en más de una ocasión: a Anquela no le gusta tanto cambio, ni de nombres ni de sistema.
La configuración de la plantilla, con más talento que la temporada pasada, aconsejó al jienense probar de inicio con el 4-3-3, un dibujo que trataba de explotar las cualidades del equipo en el centro del campo. En los primeros compases de la Liga, todo pasaba por los pies de Tejera, Javi Muñoz y Boateng, lesionado entonces Folch. Pero los primeros reveses de la Liga y la fragilidad defensiva mostrada por los azules (el 0-4 del Zaragoza en la cuarta jornada dolió) hicieron que cambiaran las intenciones del técnico, apoyado después en los tres centrales y carrileros que tan buenos resultados le dio la temporada pasada en un momento de dudas similar. Las últimas jornadas del año ha dado paso la alternancia de dibujos, con los tres centrales y el 4-2-3-1 como sistemas más empleados.
Para el regreso de la competición uno de los objetivos del entrenador es lograr al fin un dibujo y una idea asentada, La recuperación de jugadores lesionados se presenta como clave en el propósito.
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