Noveno cambio en el banquillo con Aperribay como presidente
Alguacil es el noveno entrenador de la Real en los diez años que lleva como presidente. Este dato habla de la enorme inestabilidad que se ha vivido en el apartado deportivo.
Jokin Aperribay devora entrenadores al mismo ritmo que consume temporadas al frente de la presidencia de la Real Sociedad. Desde que accediera al cargo de presidente del club donostiarra hace diez años, el empresario debarra ha tenido nueve entrenadores y una media de un entrenador por campaña. De hecho, el reciente cambio en el banquillo realista de Imanol Alguacil por Asier Garitano es la novena sustitución en el inquilino del puesto de entrenador del primer equipo. Este dato habla de la enorme inestabilidad que se ha vivido en el apartado deportivo en esta década con Aperribay al frente de la Real. Todo lo que ha tenido de estabilidad económica, el aspecto en el que más ha destacado, y social, es lo que le ha faltado en la parcela deportiva.
El primer entrenador que estuvo con Aperribay como presidente de la Real fue Juanma Lillo. El tolosarra era heredado de Iñaki Badiola, al que sustituyó en la presidencia del club txuri-urdin, y le duró poco tiempo, porque al término de esa temporada, a pesar de la promesa de continuidad de Loren, entonces director deportivo, no se le renovó a Lillo y se fichó a Martín Lasarte, con el que se ascendió a Primera y se logró mantener la temporada siguiente la categoría. El uruguayo había renovado al lograr el objetivo que le habían marcado, pero aún así se fichó a Phillipe Montanier, con el que se tocó el techo en dos años de jugar la Champions League, éxito del que no disfrutó el francés, porque no se le valoró lo suficiente planteándole una renovación a la baja y poniendo entonces en el cargo al técnico de la casa, Jagoba Arrasate, hoy en Osasuna.
Arrasate duró temporada y media, siendo el técnico de la Champions, y clasificando a la Real de nuevo para la previa de la Europa League. Fue el primer técnico al que Aperribay despidió estando como presidente en mitad de la temporada. Asier Santana ejerció de interino ganando el partido que le tocó sentarse en el banquillo ganando al Atlético de Madrid. Loren estuvo cerca de fichar Pepe Mel, que tenía todo listo para viajar a San Sebastián; pero Aperribay convenció a última hora al escocés David Moyes, que fue un absoluto fracaso de juego y resultados, convirtiéndose en la decisión menos acertada de Aperribay en los banquillos.
A la temporada siguiente Moyes fue el segundo entrenador al que despedía en mitad de la temporada, confiando entonces en Eusebio Sacristán, apuesta de Loren. Salvó esa campaña y la siguiente brilló haciendo jugar a la Real de maravilla y logrando otra exitosa clasificación europea como sexto. Pero la campaña pasada estuvo por debajo de las expectativas y una crisis de resultados galopantes se llevó consiguió al técnico de La Seca y a su máximo valedor, Loren, que dejaba el club tras muchos años. Roberto Olabe volvía como Director de Fútbol y apostaba por Asier Garitano, avalado por su gran trabajo en el Leganés. Pero no se daba cuenta de que la solución para el banquillo la tenía en cada, en un Imanol Alguacil que tuvo magníficos números en las ultimas nueve jornadas. Garitano no tuvo el apoyo necesario desde el principio, siempre puesto en tela de juicio por una estilo diferente y que requería un tiempo de implantación. Aperribay no le dejó, porque los jugadores no conectaban con esa idea, y se quiere volver a la senda de tener más la pelota. Por eso, se viaja seis meses atrás para volver con Imanol Alguacil, que goza de toda la confianza del club gracias a su trabajo en el filial. Es el noveno cambio en el banquillo de Aperribay, y la intención es que sea el último. Así llegaría también la estabilidad deportiva que tanto le hace falta a la Real.
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